Después de más de dos décadas en órbita, la Estación Espacial Internacional (EEI – ISS en inglés) tiene los días contados. La NASA confirmó que su reingreso a la atmósfera terrestre tiene fecha confirmada y que su impacto será en una zona controlada. Su enorme estructura utilizada por la ciencia, hace que su descenso requiera maniobras precisas.
El desmantelamiento de la EEI se debe a distintos factores, como el desgaste de su estructura y el retiro de algunos países socios del proyecto. Para garantizar que su caída no represente un riesgo, la agencia espacial estadounidense estableció un plan detallado de desorbitación, ya que sus dimensiones son comparables a las de una cancha de fútbol.
La NASA decidió que la EEI será dirigida hacia el Punto Nemo, un sector remoto del océano Pacífico considerado el lugar más aislado del planeta. Ubicado a unos 4.800 kilómetros de la costa de Nueva Zelanda y a 3.800 kilómetros de la Antártida, este sitio fue utilizado anteriormente para la caída controlada de satélites y otros desechos espaciales.
El reingreso de la estación está programado para 2031 y su descenso requerirá maniobras precisas para evitar cualquier riesgo. Para garantizar un impacto seguro, se desarrollará un plan en varias etapas:
La Estación Espacial Internacional es un laboratorio orbital que funciona como una pequeña ciudad científica en el espacio, ubicada a aproximadamente 400 kilómetros de la Tierra.
El proyecto es una colaboración internacional en la que participan la Agencia Espacial Europea (15 países), Japón, Rusia, Estados Unidos y Canadá. Su estructura está compuesta por módulos cilíndricos interconectados, alimentados por energía solar y con sistemas de refrigeración para disipar el calor. Actualmente, la EEI mide aproximadamente 100 metros de largo y 80 metros de ancho, dimensiones comparables a una cancha de fútbol.
La EEI es una de las estructuras más grandes jamás enviadas al espacio. Su peso aproximado es de 450 toneladas, y su diseño modular le permite albergar astronautas de distintas nacionalidades para llevar a cabo investigaciones científicas de gran relevancia.
Desde su primer módulo lanzado el 20 de noviembre de 1998, la EEI está en funcionamiento y lleva más 25 años, pero su infraestructura presenta signos de deterioro y mantenimiento cada vez más complejo. Además, Rusia, uno de los principales socios del proyecto, anunció que se retirará en 2028, lo que afectará la operatividad de la estación.
A pesar de su retiro, el legado de la EEI no desaparecerá. La NASA y otras agencias espaciales ya están planificando el desarrollo de nuevas estaciones espaciales privadas y proyectos que darán continuidad a la exploración del espacio.