En el corazón del Parque Arqueológico de Pompeya, en Italia, una antigua vivienda vuelve a la vida como un oasis botánico con historia. Se trata de la Casa Jardín de Hércules, también conocida como la Casa del Perfumista, una residencia romana del siglo III a.C. que, tras un profundo trabajo de restauración, reabrió sus puertas al público en forma de paseo verde.
Este jardín destaca por su belleza y también por su pasado oculto: fue un espacio destinado a la producción de perfumes en tiempos antiguos. Según publicó el sitio especializado en arte e historia italiana Finestre sull’Arte, la casa quedó sepultada tras la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. y hoy, casi dos mil años después, resurge con su esencia original gracias a una combinación única de arqueología, botánica y memoria sensorial.
El lugar toma su nombre de una estatuilla de mármol de Hércules que fue encontrada en el larario del jardín. Esta domus típica de Pompeya es conocida también por la pintoresca inscripción “cras credo” (“mañana creo”) grabada en la entrada. A lo largo del siglo pasado, las excavaciones permitieron conocer cómo esta casa, situada en la Ínsula 8 de la antigua ciudad, fue evolucionando hasta convertirse en un espacio productivo especializado.
Luego del gran terremoto del año 62 d.C., el propietario adquirió la vivienda contigua, la demolió y creó un gran jardín orientado al cultivo de flores. En el sitio se hallaron frascos de perfume de vidrio, lo que confirma la hipótesis de que allí se elaboraban esencias.
La remodelación fue posible gracias al trabajo coordinado por una asociación, con apoyo de investigadores especializados en arqueología, agronomía y botánica. Se replantaron 800 rosas antiguas, 1.200 violetas y 1.000 arbustos de rusco, junto a cerezos, vides y membrillos, siguiendo documentos y estudios de la botánica Wilhelmina F. Jashemski, quien en los años 50 ya había identificado pólenes y esporas del lugar.
También se restauró el sistema de riego original -el único de este tipo en Pompeya- y se reconstruyeron las pérgolas tal como eran en época romana. Además, en el larario se colocó una réplica en terracota de la estatua de Hércules, junto al triclinium de verano.
La Casa Jardín de Hércules está abierta al público todos los martes, como parte del programa “casa del día” que impulsa el Parque Arqueológico. La iniciativa busca ofrecer nuevas experiencias de recorrido a través de casas emblemáticas del sitio.
Gabriel Zuchtriegel, director del Parque, destacó: “En Pompeya, el paisaje natural y el arqueológico son uno. Esta fusión natural fue así en la antigüedad y ha vuelto a serlo hoy, gracias a los proyectos verdes del Parque”.