“Donald Trump está jugando un juego muy peligroso. Aunque a largo plazo podría funcionar, su estrategia de imponer aranceles a socios comerciales en el corto plazo aumentará los precios en Estados Unidos”.

El economista surcoreano Ha-Joon Chang, profesor de Investigación en el Departamento de Economía de la Universidad SOAS de Londres y reconocido académico a nivel internacional, admite que es pesimista ante las perspectivas de la economía global. Pero en este momento de enorme inestabilidad mundial, también el futuro próximo es impredecible.

De visita en Buenos Aires junto con otros académicos extranjeros para participar del Programa para Futuros Líderes, organizado por Fundar y el instituto Diálogo para el Liderazgo del Desarrollo de SOAS-University of London, enfocado en la industria verde y la transición energética, Chang conversó con Clarín en un hotel de la zona Retiro. El experto ya había estado aquí en 2023, también invitado por Fundar, dedicada a las políticas públicas y el desarrollo sustentable en la Argentina.

Según Chang, América Latina, y en especial la Argentina, “tienen un gran potencial para el desarrollo de energías renovables”: hay aquí recursos naturales, en especial en la Patagonia, y personal capacitado. Aunque los proyectos en este sentido por ahora son incipientes, el especialista confía en que son una apuesta para el futuro.

Lo que falta, explica, es el desarrollo de infraestructuras destinadas a su expansión, como las redes necesarias para llevar la energía eólica o solar desde la Patagonia, donde se produce, hacia el resto del país y en el futuro poder exportarla. Y se torna central el rol del Estado, para impulsar y acompañar los proyectos, en una alianza con el sector privado.

“El Estado y el sector privado deben avanzar juntos. Se necesita el mercado, las inversiones privadas, las empresas de tecnología. Pero el Estado debe estar muy presente, no sólo para dar subsidios o créditos, sino que debe acompañar todo el desarrollo de los proyectos, para garantizar que haya personal capacitado, que haya universidades y centros de enseñanza capaces de aportar el conocimiento necesario para estos nuevos desarrollos, que se avance en infraestructura esencial”, remarca. Y no sólo cuando se habla de energías renovables, sino en casi todos los proyectos de desarrollo económico.

Mientras la economía mundial se remece por las guerras en Ucrania y Oriente Medio y por la ofensiva arancelaria lanzada por Donald Trump, Chang conversó con este diario sobre las perspectivas actuales.

-¿Qué impacto cree que tendrán los aranceles que el presidente de Estados Unidos impuso a los productos importados de China, Canadá, México y algunos países de Europa?

-Trump es un estratega, aunque un día dice una cosa y al siguiente afirma lo contrario. Pero lo que él busca con esta política es que las empresas extranjeras vayan a producir a Estados Unidos, para crear empleos, impulsar la economía, con esa idea de “hacer grande a Estados Unidos otra vez”. Pero creo que es una idea algo estúpida, no creo que vaya a funcionar en el corto plazo.

-El país ha perdido mucho con esa idea. No se trata sólo de traer fábricas, sino que debés tener gente capacitada, universidades que puedan formar expertos en nuevas tecnologías. En el caso de China y las fábricas de microprocesadores, por ejemplo, tenés que tener gente con la habilidad necesaria. Y China ha demostrado que no será fácil dejarla atrás. Es un país fuerte, con gente capacitada. Para algunas industrias no será problema trasladarse a Estados Unidos. Pero otras, de países como Alemania, Japón o Corea del Sur, que tienen un gran desarrollo en tecnología, a largo plazo no le resultará rentable. Esta política proteccionista puede funcionar a largo plazo, pero yo no veo un plan en este sentido en Estados Unidos. No se puede lograr en dos o tres años, como pretende Trump.

-¿Qué busca Trump con esta política?

-Lo que quiere es conseguir lo que el gobierno de Joe Biden no logró, que fue dominar la inflación. Pero este camino en realidad lo que hará es subir más los precios para los consumidores estadounidenses.

-Y está además el riesgo de la recesión en el país…

-Sí, existe la perspectiva de una estanflación, que es recesión con inflación. Los mercados siguen cayendo. No veo cómo esta estrategia puede funcionar. Y me temo que China se va a hacer cada vez más fuerte globalmente. Lo mostraron con la fabricación de microprocesadores, y también desarrollaron una tecnología de inteligencia artificial tan buena como las estadounidenses. Creo que la presión desde China irá en aumento. Trump se verá en problemas. Son tiempos preocupantes en el mundo.

-A esto se suma la incertidumbre en Europa por la guerra en Ucrania.

-La antigua alianza entre Europa y Estados Unidos se está quebrando. Europa está tratando ahora de reforzar su defensa, de aumentar el gasto militar. Pero no se está haciendo de la misma manera en todos los países. En Gran Bretaña por ejemplo, se quiere aumentar el gasto militar reduciendo programas sociales. Y esto trae un gran malestar en la población. En Alemania, en cambio, se está elevando el techo de la deuda para poder aumentar el gasto en defensa sin reducir el Estado de bienestar. Y esto tal vez ayude a impulsar la industria europea y a dinamizar su economía al dar más empleo, producir más. Pero también será un proceso lento y no está claro si realmente será productivo. Habrá que ver qué pasa en el largo plazo. Europa también está jugando un juego peligroso.



Fuente Clarin.com

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