Descubrir nuevos lugares para viajar como turista es un deleite, incluso cuando algunos paisajes con tan bellos como enigmáticos. Es el caso de la misteriosa Laguna Negra de Urbión, un espejo de agua con leyendas escalofriantes.
A la lista de edificios abandonados, bosques encantados y pueblos malditos se puede sumar esta laguna, ubicada sur de la provincia de Soria en Castila y León, en la sierra de los Picos de Urbión, al norte de Espala. Y es que habla de un monstruo y muertes sospechosas.
Esta laguna, de origen glaciar, forma parte del Parque natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión, declarado Parque Nacional en el año 2010.
El enclave de origen natural se encuentra a 1.773 metros de altura, rodeada por extensos pinares y altas paredes graníticas que brindan al lugar de un ambiente algo tenebroso, refleja 20Minutos.
Para los visitantes llegar hasta alló resulta una experiencia mágica. Se puede estacionar el vehículo cerca de allí, o bien llegar haciendo senderismo entre pinos silvestres a través del valle del Revinuesa.
Vale la pena recordar que durante los meses de verano estaba prohibido el acceso de vehículos particulares, por lo que hay que dejarlos en el Paso de la Serrá y subir el resto del trayecto a pie o en un autobús que sale desde ese punto.
Llegar hasta la laguna implica darle una baño de belleza a la vista, y disfrutar de un paseo por los bosques de pinos y hayas que la rodean.

Además, explican, hay otra alternativa atractiva que implica hacer una ruta hasta lo alto del Pico de Urbión y sus 2.228 metros de altitud.
Mitos, leyendas y muerte en la Laguna Negra
Hace ya décadas que la Laguna Negra fascina a quien la visita, lo que a su vez dio lugar a decenas de historias.
Así, entonces, a lo largo del tiempo fueron proliferando leyendas sobre ella, y la más conocida es la de “La Tierra de Alvargonzález”, obra de Antonio Machado, que en 1912 escribió un relatoque hace hincapié en la ausencia del fondo de la laguna:
“Mala muerte dieron al labrador los malos hijos a la vera de la fuente. Un hachazo en el cuello y cuatro puñaladas en el pecho pusieron fin al sueño de Alvargonzález. El hacha que tenía de sus abuelos y que tanta leña cortó para el hogar, tajó el robusto cuello que los años no habían doblado todavía, y el cuchillo con el que el buen padre cortaba el pan moreno que repartía a los suyos en torno a la mesa, hendido había el más noble corazón de aquella tierra. Porque Alvargonzález era bueno para su casa, pero era también mucha su caridad en la casa del pobre. Como padre habían de llorarle cuantos alguna vez llamaron a su puerta, o alguna vez le vieron en los umbrales de las suyas.
Los hijos de Alvargonzález no saben lo que han hecho. Al padre muerto arrastran hacia un barranco por donde corre un río que busca al Duero. Es un valle sombrío lleno de helechos, hayedos y pinares.
Y lo llevan a la Laguna Negra, que no tiene fondo, y allí lo arrojan con una piedra atada a los pies. La laguna está rodeada de una muralla gigantesca de rocas grises y vordosas, donde anidan las águilas y los buitres. Las gentes de la sierra en aquellos tiempos no osaban acercarse a la laguna ni aun en los días claros. Los viajes que, como usted, visitan estos lugares han hecho que se les pierda el miedo…”

En este largo poema, cuenta como dos hijos matan a su padre y arrojan su cadáver a la laguna. Sin embargo, el remordimiento les hace volver hasta el lugar, donde son tragados por “el agua de la laguna sin fondo”, narraba el autor español.
De todos modos, claro está, la laguna sí tiene fondo. Y no es tan profunda, apenas de entre 8 o 10 metros.

Una mujer en el fondo
De todos modos, Machado no fue el único autor que hizo referencia a la Laguna Negra de Urbión.
El escritor Pio Baroja habló tiempo antes del lugar en su novela “El Mayorazgo de Labraz”, donde contaba que en la laguna “hay una mujer que vive en el fondo y mata al que se acerca. Todo el que mira en esa agua muere”.
Como ya fue dicho, no son pocos los mitos alrededor del espejo de agua en Soria.
Por ejemplo, lugareños afirman una verdad que transmiten de boca en boca, y es que la laguna no tiene fondo y que allí habita un monstruo.

Otra cosa para ponerle más pimienta a la creencia popular: de ella surgen las tempestades, así como una inquietante niebla capaz de causar mucho daño.
Por supuesto, estas son apenas algunas de las leyendas que giran en torno de una fabulosa y apacible laguna… al menos para la mayoría.