Julio César Coria (48) ingresó luego del cuarto intermedio. Era el tercer testigo de la quinta jornada en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona (60). A los pocos minutos del interrogatorio por parte de Patricio Ferrari, fiscal general adjunto de San Isidro, y el abogado Fernando Burlando pidieron su detención por falso testimonio. Los jueces del Tribuanl Oral en lo Criminal N° 3 de San Isidro resolvió la detención de Coria.

“Por unanimidad entendemos la solicitud del fiscal por el delito de falso testimonio. Se comunicó tres veces que estaba declarando bajo testimonio. Por mayoría hacen lugar a la detención”, dijo el juez Maximiliano Saravino.

Coria escuchó la imputación y su detención rodeado de dos policías. La detención fue votada en disidencia. Las juezas Julieta Makintach y Verónica Di Tommaso votaron a favor de la detención mientras que Saravino votó en contra.

Coria fue quien le realizó respiración boca a boca a Maradona aquel mediodía del 25 de noviembre de 2020 en la casa del lote 45 del barrio privado San Andrés, de Benavídez.

Hasta allí había llegado el lunes 23. Su tarea era cuidar a Maradona “de que personas no se le acerquen ni lo molesten”.

El testigo en aquel momento era ayudante mayor del Servicio Penitenciario Federal (SPF). Estudió enfermería, pero abandonó cuando entró en servicio. Con Maradona trabajaba desde el 2015 de manera esporádica. En el último tiempo del Diez, el trabajo fue más continuo.

Coria recordó que el 11 de noviembre, dos semanas antes de la muerte del ex futbolista, retiró las pertenencias del Sanatorio Olivos, Maradona donde había sido operado.

Ese día fue hasta la casa de Benavídez, donde estuvo un par de horas hasta que se retiró. Luego regresó recién el lunes 23 de noviembre. Se llevó un bolso con ropa porque se iba a quedar varios días.

De esa jornada recordó que a Maradona lo visitó su hijo menor, Dieguito Fernando junto a su madre, Verónica Ojeda.

El relato del testigo siguió con lo que hizo el martes, un día antes de la muerte. Ese día se levantó y estuvo tomando mates con Jonatan Espósito, sobrino de Maradona, y Maximiliano Pomargo, asistente del Diez.

“Creo que el 24 lo vi a la tarde, que se levantó y se bañó con un duchador. Se volvió a acostar. Le pregunté si quería que lo afeite y me dijo ´no, otro día´”, rememoró sobre su contacto con el ex campeón del mundo en México ´86.

Coria recordó el último contacto que tuvo con Maradona. Fue en la noche del 24 cuando ingresó para arreglar la ficha de la luz de la habitación. Allí tuvo el último intercambio de palabras con el astro futbolista.

“Diego me preguntó qué estaba haciendo, le dije que arreglarlo para que no quede la luz prendida. Me dio un beso y me dijo ´andá a descansar tranquilo´. Eran las 22 o 23 horas”, dijo. “Cuando le llevaban el desayuno o almuerzo entraba y lo saludaba”, agregó.

Las contradicciones de Coria

Finalmente, llegó la polémica de la jornada. Al describir lo sucedido el miércoles 25, Coria sostuvo que se levantó temprano y vio a los enfermeros Ricardo Omar Almirón (43) y Dahiana Gisela Madrid (40) haciendo el traspaso de guardia.

Se fue a bañar y luego se sentó a tomar mates con Espósito. Al rato llegó al psiquiatra Agustina Cosachov (40) y el psicólogo Carlos Ántes Díaz (33).

“No escuché que la enfermera o enfermero ingresran al cuarto donde estaba Maradona. Recuerdo que salieron de la habitación (Cosachov y Díaz) y nos dijo que no los quiso atender. Cuando entran Maxi (Pomargo) y Jony (Espósito) nos dicen no reacciona”, recordó Coria.

Fue entonces que comenzó a describir las maniobras de reanimación que le hicieron a Maradona la enfermera Madrid y Cosachov. “La psiquiatra se turnaba con la enfermera para hacer RCP”, dijo. Allí fue el primer punto que hizo hincapié la fiscalía a cargo del fiscal Ferrari.

“Hay contradicciones y también se advierten omisiones”, sostuvo Ferrari, y aclaró que en su declaración frente al TOC N°3 de San Isidro “es la primera vez que dice que Cosachov hizo RCP, nunca en las dos veces que declaró durante la instrucción no lo mencionó”. Ferrari, quien además mencionó que Coria “al momento de declarar era funcionario público”.

“Nunca vi una charla entre (Leopoldo) Luque y Jana”, afirmó Coria minutos antes. La fiscalía paró la declaración, solicitó que el testigo se retire de la sala y mostro una serie de chats entre Luque y Pomargo que mencionaban que Coria había sido testigo de un encuentro entre la hija de Maradona y el neurocirujano.

Ferrari argumentó “contradicciones absolutas de la realidad de los hechos”.“El testigo negó tres veces el contacto (con Luque)”, dijo el fiscal.

Allí se dio el momento en que Fernando Burlando pidió la detención de Coria por el delito de falso testimonio, algo que prevé el Código Penal.

“Esto es un delito cometido en plena flagrancia”, sostuvo Burlando. El tribunal fue a un cuarto intermedio para definir el futuro de testigo.

Al regreso, los jueces Maximiliano Savarino, Julieta Makintach y Verónica Di Tommaso definieron por unanimidad que se investigue y se abra una causa por falso testimonio. La votación por la detención fue 2 a 1.



Fuente Clarin.com

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