En internet abundan los consejos para que el pelo crezca con mayor rapidez y de manera saludable. Llevar una dieta equilibrada, usar cierto tipo de champú, disminuir el estrés, cortárselo más a menudo, las fórmulas parecen infinitas.

Lo cierto es que el crecimiento del cabello, un proceso totalmente natural, depende de varios factores, algunos de los cuales escapan a nuestro control. Y al igual que otros mecanismos del cuerpo humano, a determinada edad, disminuye.

El pelo crece a partir del folículo piloso, ubicado en la dermis, y está compuesto principalmente de queratina, una proteína estructural.

Conocer los factores que influyen en el crecimiento del pelo es una excelente manera de asegurar su cuidado.

El ritmo de crecimiento del pelo está determinado por una compleja interacción de factores genéticos, hormonales y ambientales.

La dermatóloga Claudia Bernárdez, citada por el sitio Cuidate Plus, destaca que “no existe ningún superalimento que haga crecer el pelo de forma aislada”. En su lugar, es la combinación de varios elementos lo que contribuye al crecimiento capilar.

Como en muchas otras cosas, la genética juega un papel fundamental en la velocidad de crecimiento. Varias investigaciones revelan que el cabello de ascendencia asiática puede crecer hasta 2 cm al mes, mientras que el de ascendencia africana podría crecer solo 0,5 cm.

La alimentación, claro, es fundamental. Bernárdez señala que la proteína es el nutriente más importante, ya que “el pelo está formado casi en su totalidad por una proteína, la queratina”. Entonces, una dieta equilibrada rica en proteínas, vitaminas y minerales resulta esencial para mantener el crecimiento capilar.

Además de la genética y la alimentación, en la velocidad y calidad de crecimiento del cabello influyen los cambios hormonales, como el embarazo o la menopausia; el estilo de vida, en especial, el estrés; las enfermedades crónicas, las deficiencias en vitaminas y minerales, y el consumo de medicamentos, además del envejecimiento.

Un buen consejo para favorecer el crecimiento es masajear el cuero cabelludo de manera regular. Los masajes estimulan la circulación sanguínea, permitiendo que los folículos pilosos reciban más nutrientes y oxígeno, lo que fortalece y engrosa el cabello. También seguir una dieta rica en nutrientes como hierro, zinc, proteínas y ácidos grasos esenciales.

La hidratación también es fundamental, porque beber suficiente agua (unos dos litros al día) beneficia la piel y el organismo en general y mantiene el cabello fuerte y flexible desde el interior. La falta de hidratación, en cambio, hace que el pelo luzca opaco y quebradizo.

Otro consejo: evitar el uso frecuente de secadores, planchas y rizadores, porque puede dañar la fibra capilar y debilitar el cabello. Para minimizar el impacto del calor, reducir el uso de estos artefactos y aplicar siempre un protector térmico.

Un cuero cabelludo sano es la base para tener un cabello fuerte y con crecimiento óptimo. Por ello, los especialistas recomiendan usar champú y acondicionador adecuados y así mantener el cuero cabelludo limpio para prevenir la acumulación de residuos y estimular el crecimiento.

El crecimiento del cabello es un proceso complejo y altamente individualizado. Aunque el promedio mensual se sitúa entre 1 y 1,25 cm, este número puede variar significativamente.



Fuente Clarin.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *