A través de sus redes sociales, Fiorella Giménez, quien saltó a la fama por ser bailarina del Bailando y luego pareja del actor Agustín “Cachete” Sierra, relató el aterrador momento que vivió durante sus vacaciones en Río de Janeiro.
“Me drogaron sin mi consentimiento en Brasil”, comenzó diciendo la bailarina, para luego explicar que ocurrió mientras se encontraba de vacaciones en la ciudad costera junto a su abuela.
Entonces, siguió: “Fuimos a una excursión que era ir a conocer la favela. En Argentina sería una villa, pero acá en Brasil son gigantes. Éramos un grupo de cinco personas: el guía, mi abuela, yo y otros dos turistas que eran brasileros. Estábamos los cinco juntos de un lado para el otro y no nos entendíamos mucho porque ellos se comunicaban medio en portuñol. Pero hasta ahí todo re bien”.
“Hasta que frenamos en un lugar para comer. Estos dos turistas se pidieron unos licuados muy grandes, de banana. Nos dicen ‘¿quieren probar un poquito?’, y nos dan dos vasitos perfectos, con licuado de banana. ‘Ey chicos, gracias’. Mi abuela me dice ‘Fio, tomátelo vos si querés, el mío, porque me va a hacer mal a la panza’. Entonces yo me tomo el mío, me tomo el de ella”, continuó relatando Fiorella.
A continuación, Giménez contó que, cuando todos terminaron de comer, habiendo pasado un rato, comenzó a sentir una sensación extraña en el cuerpo: “Me paro y digo ‘uf, qué cansadas que tengo las piernas’. Seguimos caminando. Me empezaron a temblar las piernas, los cuádriceps. Sentía que ya no podía subir más las escaleras, como que se me desvanecían las piernas”.

“‘Será el calor’, decía yo, que en Brasil hacen como 35 grados. Empiezo a sentir lo mismo en los brazos. Entonces le digo, ‘che abu, sabés que me siento un poco cansada’. Yo no la quería asustar. Tomo un poquito de agua y me sentí un poco mejor. Seguimos caminando, subiendo una montaña en medio de la favela. Voy al baño, en esta casita a la que llegamos, y empiezo a registrar mi cuerpo”, agregó.
Y siguió: “Me temblaban las piernas, me temblaban mucho los brazos. Empiezo a sentir una sensación en la nuca, todo hasta la frente. Sigo tomando agua, que me hacía bien. Me empiezo a mojar y vuelvo y le digo ‘Abue, no te quiero asustar, me siento mal’. Me temblaban las manos”.
Fue entonces que el guía se acercó e intentó calmarla, pero ella no confió en él: “Nos dice ‘tenés la presión baja, es porque hace mucho calor. No te preocupes’. Se va y le digo ‘abuela, no tengo la presión baja. Estoy sintiendo algo en el cuerpo que nunca en la vida sentí’”.

“Mi abuela es más viva que todos nosotros juntos y es una mina muy inteligente. Me agarra el brazo y me dice ‘Fiorella, venís conmigo’. Nos mandamos solas en el medio de la favela, lo cual es un peligro. No encontrábmos un puto taxi. Teníamos como 40 minutos y yo no podía más. Empiezo a sentir palpitaciones muy fuertes en el corazón”, siguió explicando Fiorella.
Una vez que salieron de la favela, pudieron tomar un taxi y llegar al hotel, en donde empezó a sentirse un poco mejor. Y, después de comer algo, se quedó dormida de golpe: “Me quedo palmada, lo cual yo en la puta vida duermo siesta”.
“Me despierto y otra vez la misma sensación en los brazos, mucha pesadez. Me meto en la ducha y llamo a mi psicólogo y le conté con lujo de detalle todo. Me dice ‘una paciente la semana pasada me contó la misma situación que me estás contando vos en Brasil con los mismos síntomas, pero no fue con un licuado de banana, fue en contexto boliche a la noche’”, contó en el video.

Además, reveló que, al día siguiente, se despertó con un mensaje de Instagram del guía, quien había usado el traductor para pasarlo al español: “De repente, después de darme el vasito, estaba muy pendiente de mí. Me dice ‘Buen día. ¿Todo está bien? Soy el chico que estuvo contigo en el paseo ayer. ¿Estás bien? Esperé el final del recorrido para invitarte a hacer algo’”.
Con desconfianza, Fiorella reflexionó que el hombre había puesto alguna sustancia en su licuado para aprovecharse de ella, pero afortunadamente pudo escapar de la situación: “¿Por qué me preguntás si estoy bien? Boludo, me viste una sola vez en la vida y me fui cinco minutos antes de la excursión. Es que cierra todo, ¿entienden? El pibe se me empezó a acercar, después de tomar el licuado, y yo como me empecé a sentir mal, no le pasé ni cabida. Al contrario, lo empecé a rechazar, a que se alejara”.

“Obviamente lo bloqueé y no le respondí. Yo soy una mina muy confiada, que no pienso realmente que la gente puede llegar a tener una mala intención. Pero no saben lo mal que la pasé. No podía controlar mi cuerpo y yo tengo mucha conciencia de mi cuerpo porque soy bailarina. A mí no me van a pelotudear. Yo no tenía la presión baja, a mí no me afecta el calor, no me pasaba nada de eso. Y me quedó ese día y un día más la sensación en el cuerpo”, agregó.
Para cerrar, Fiorella explicó que lo denunciaron y le dejó una advertencia a sus seguidores: “¿Viste cuando tu mamá te dice no tomes nunca de un vaso que no viste cómo lo hicieron? Por más que estés en una excursión paga, donde todo parezca seguro, no tomes un vaso nunca”.