El mercado del maíz enfrenta una creciente incertidumbre debido a la combinación de una demanda sólida y factores climáticos en Sudamérica. Mientras algunos analistas advierten que la reciente suba de precios podría afectar la demanda, otros señalan que las condiciones secas en Argentina y las lluvias en Brasil podrían impactar la producción, especialmente en el maíz de segunda.

El balance global sigue siendo ajustado, con una ratio de existencias sobre uso del 23.6%, el más bajo desde 2013-2014. En Brasil, donde las existencias finales de maíz suelen ser bajas, la ratio se mantiene en 2.1%. Además, algunos analistas destacan que, excluyendo a China, el mundo enfrentaría la menor disponibilidad de maíz en tres décadas.

En Estados Unidos, la atención se centra en la superficie de siembra para la nueva campaña, con estimaciones que oscilan entre 37,8 y 38,6 millones de hectáreas, por encima de los 36,7 millones del año pasado. Aunque el Foro de Perspectivas Agrícolas del USDA ofrecerá información preliminar este jueves 27 de febrero, el mercado espera definiciones más precisas en marzo con el informe de Intenciones de Siembra para EE.UU.

Desde una perspectiva técnica, el interés abierto en el mercado de maíz alcanzó su nivel más alto en casi 30 años, reflejando la fuerte presencia de fondos de inversión con posiciones compradoras. La incógnita es si estos fondos mantendrán su postura alcista a medida que avanza la campaña en Brasil y se acerca la siembra en Estados Unidos.

Los analistas identifican varios factores que podrían impulsar los precios en los próximos meses, como problemas climáticos en Brasil, lluvias en EE.UU. que reduzcan la intención de siembra, un debilitamiento del dólar que favorezca las exportaciones, nuevas políticas de biocombustibles y acuerdos comerciales favorables.

Por otro lado, el Departamento de Gobierno de Eficiencia (DOGE) está evaluando los programas de contribución obligatoria en la agricultura, conocidos como “checkoff programs”, como parte de un esfuerzo por reducir el gasto federal. Estos programas, que financian investigación, marketing y educación en el sector agropecuario, han sido cuestionados por la falta de transparencia en la administración de los fondos.

Maíz de EE.UU.: exportaciones superan previsiones y desafían proyecciones del USDA

A pesar de la competencia de Brasil y Argentina, las exportaciones de maíz de EE.UU. mantienen un fuerte ritmo de ventas, superando las proyecciones del USDA. Con embarques comprometidos hasta mediados de año, el volumen exportado podría alcanzar los 55 millones de toneladas, representando el 88 % del total proyectado hasta agosto. Argentina, con menores retenciones, podría sumar 8 millones de toneladas adicionales, mientras que Brasil podría aumentar su participación en el mercado entre julio y septiembre. Con un déficit global estimado en 14 millones de toneladas, EE.UU. aún podría vender 10 millones más en los próximos meses, desafiando la previsión oficial de 62,3 millones de toneladas. La evolución del mercado dependerá del clima en Sudamérica y la agresividad comercial de sus competidores.

La competitividad del maíz estadounidense sigue fuerte en el corto plazo, con una demanda firme desde Asia y ventas ya comprometidas que superan las expectativas del USDA. La evolución del mercado dependerá del clima en Sudamérica y la agresividad comercial de Argentina y Brasil en la segunda mitad del año.

Trump insinúa nuevo acuerdo comercial con China: ¿Oportunidad para el maíz o simple retórica?

En un nuevo giro en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el presidente Donald Trump sugirió que un nuevo acuerdo podría estar en camino. Sin embargo, la falta de detalles concretos y la historia de promesas incumplidas generan dudas en el mercado de granos.

Trump, quien en su primer mandato impulsó el “fase uno” del acuerdo comercial con China para aumentar las exportaciones agrícolas, criticó que Pekín no cumplió con los compromisos asumidos. Ahora, con una nueva ronda de tarifas en el horizonte —incluyendo un arancel del 10% a las importaciones chinas—, el sector agrícola observa con cautela.

El mercado del maíz entre el escepticismo y la especulación

Las declaraciones de Trump provocaron un breve repunte en los mercados de granos, pero la reacción fue efímera. Según analistas, la incertidumbre sobre la implementación de tarifas y la falta de represalias de China hasta ahora han mantenido a los operadores en vilo.

En el mercado del maíz, la ausencia de compras significativas por parte de China en la presente campaña comercial refuerza la preocupación. A pesar de ello, Estados Unidos ha logrado mantener un sólido volumen de exportaciones, sugiriendo que otros compradores han tomado el relevo.

¿Oportunidad o falsa esperanza?

China ha sido históricamente impredecible en sus compras de maíz, a menudo negando interés antes de realizar adquisiciones masivas. Si un acuerdo comercial toma forma, podría impulsar la demanda estadounidense, pero hasta ahora, los indicios son vagos.

Con los mercados expectantes, los productores y analistas coinciden en que, más allá de la retórica política, el verdadero factor de peso será la demanda real. En un contexto de pérdida de participación global de EE.UU. en el comercio de maíz y soja, la necesidad de un comprador como China es más urgente que nunca.



Fuente Clarin.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *