Es sabido: las imágenes tienen poder. Responden a un tiempo y, a su vez, consienten derivas en su mismo momento histórico o atravesando distintos períodos. Y no son literales, no son transparentes. De esta forma se las vuelve a estudiar, a comentar, a exponer, a mirar, a interpretar su “enigma irreductible” –en términos de la historiadora del arte Laura Malosetti Costa–. Por su poder, la fortuna crítica puede ir desde la proclamación a la censura, desde el abucheo al aplauso.

La exposición El leve poder del concepto de la artista, docente e investigadora tucumana Carlota Beltrame (1960) en Fundación Klemm (a raíz de haber obtenido el prestigioso Premio Klemm 2022) permite seguir todo lo antedicho volviéndose síntesis y oportunidad. A manera de antológica desde 2012 a la actualidad, las nueve obras–cuarenta y dos piezas en total– se suceden en un recorrido que saca provecho del espacio dispuesto en la renovada institución para esta propuesta expositiva.

Condenada y distinguida. La obra “Revés de la trama” (2021), que recibió el 1° Premio Klemm 2022, un año antes fue censurada en Tucumán. (Fundación Klemm)Condenada y distinguida. La obra “Revés de la trama” (2021), que recibió el 1° Premio Klemm 2022, un año antes fue censurada en Tucumán. (Fundación Klemm)

En una primera y rápida mirada se advierten algunas constantes: la palabra, la luz, el tejido (especialmente la randa, esa malla bordada con hilos y aguja realizada desde la época de la colonia por las artesanas randeras, la mayoría de las cuales viven en Tucumán).

“Desde la década de 1990, siendo una fiel exponente del Taller de Barracas, Beltrame forma parte de la genealogía del conceptual político argentino iniciado en los sesenta. Un arte conceptual que ha forjado toda una impronta para discutir ideas propias y oscilantes entre lo global y lo local mediante sistemas, acciones y procesos (Alonso, 2011) de distinta índole (…)”, escribe la curadora Eugenia Garay Basualdo, en el catálogo de la exposición

Carlota Beltrame.Carlota Beltrame.

Pocos años atrás, la obra Revés de la trama (2021) generó un escándalo al ser exhibida en una muestra colectiva autorizada en la Casa Histórica de Tucumán. La artista entonces tuvo que retirarla. Se trata de un políptico de seis randas de grandes dimensiones. En aquella ocasión sólo se había expuesto la bordada con la leyenda “JP-Montoneros”, en alusión a una protesta política histórica. En febrero de 1971, cinco integrantes de la agrupación Montoneros pintaron paredes de la Casa Histórica de la Independencia con leyendas y grafitis, debajo de los retratos de los congresales en la sala de la jura.

Cinco décadas más tarde, Beltrame hizo traducir seis fotografías documentales del episodio al mencionado conjunto de randas. Como consecuencia de las diversas derivas y fortuna crítica, la misma randa obtuvo, en 2022, el Premio Klemm pasando a formar parte de una de las colecciones de arte argentino e internacional más relevantes de la Argentina. En toda su obra, la levedad del concepto en su delicada materialidad (tejido, luz) se vuelve, como un oxímoron, fuerza y potencia. A continuación, una versión del diálogo de la artista con Ñ.

El Olvido. La camisa del prisionero de un campo de concentración.El Olvido. La camisa del prisionero de un campo de concentración.

-Tu obra está centrada en hechos, historias y memorias sobre violencias políticas y sociales con énfasis en el período de la última dictadura militar argentina y posteriores consecuencias en democracia como, por ejemplo, se observa en La Utopía (mejor obra 107° Salón Nacional de Artes Visuales 2018). ¿De qué manera analizas la virulencia que tuviste que enfrentar hace sólo cuatro años?

-Al decir de Ticio Escobar, toda obra política debe promover la polémica, por eso, nada ha justificado más a Revés de la Trama que las encendidas discusiones generadas en 2021. En efecto, puso en evidencia que la cultura es un territorio de constante disputa en el que las demandas sociales se enfrentan, reclamando para sí valores de identidad a través de los cuales hacerse representativas ante el resto de la ciudadanía. Un debate muy comprensible, pero sigue sin responderse la pregunta acerca de qué queremos hacer con las partes de nuestra historia que no nos gustan.

-Los conceptos y frases se inscriben sobre la luz y los tejidos volviendo tenue su presencia al punto de dificultar la lectura.¿Cómo funciona esta materialización desde lo significativo?

-Me gusta el oxímoron que se arma entre la delicadeza del textil y la violencia política a la que remiten las consignas, logos o retratos. Para descubrir de qué se está hablando, el ojo de los/as espectadores/as debe acomodarse como si se tratara de un holograma, pasando de la belleza propia del textil a la memoria histórica, cargada de fracaso y tragedia. Así, imagino puede entenderse aquello de que “jamás se da un documento de cultura sin que lo sea a la vez de la barbarie”, de Benjamin.

Diadema. Con 450 réplicas pequeñas iluminadas del mapa de Tucumán.
Diadema. Con 450 réplicas pequeñas iluminadas del mapa de Tucumán.

-¿De qué manera ingresa la luz en tu trabajo?

– La uso como metáfora del Iluminismo, que a su vez es metáfora de la razón. Como muchas personas de mi edad, fui educada en la promesa de la autorrealización a través del raciocinio, de la fe en el conocimiento, en la ciencia, en el sentido de las luchas por los derechos de los seres humanos. Aunque en los años 2000 ya pensaba que estos valores estaban en crisis, nunca imaginé que aquella promesa perdería drásticamente su sentido. Por eso, como habitante de una provincia del Noroteste argentino (NOA), creo que las auténticas prácticas artesanales como la “randa” tucumana, el “baetón” santiagueño, o la alfarería en general, constituyen un verdadero reservorio de resistencia porque tienen lugar, no exactamente al margen del sistema capitalista, pero sí en sus fronteras.

-Figuras como René Descartes o Immanuel Kant surgen en tu trabajo con la idea de la razón cuestionada en su sentido instrumental desde hace tiempo como responsable de varios fracasos de Occidente. Pero, a su vez, es reclamada en el presente ante los riesgos que corren la democracia, el diálogo, las miradas críticas.

-Así es. Planteo mi obra como una crítica a la racionalidad moderna pero no como una renuncia a ella; como una crítica al Iluminismo, no como su impugnación, ni como una retirada definitiva de la verdad.

Carlota Beltrame en Fundación Klemm. Carlota Beltrame en Fundación Klemm.

El mapa de Tucumán

Las fronteras de la producción de Beltrame se extienden en el tiempo y el espacio. La obra El Olvido es una camisa de un prisionero de un campo de concentración, cuidadosamente guardada en una caja de acrílico retroiluminada. En el centro de la sala mayor se ubica la pregnante geometría de La resistencia (Primer Premio ArtHaus 2024, categoría objeto) realizada con 22 mantas artesanales del noroeste argentino, una encima de la otra, las cuales son aprisionadas por una pesada lámina de hierro (capitalismo). Una luz surge por debajo, en tanto símbolo de quienes resisten la inequidad. Mientras que la belleza de Diadema está conformada por 450 réplicas pequeñas iluminadas del mapa de Tucumán, en relación a las luces de una gran urbe y a las fallidas utopías iluministas de progreso.

-¿Qué es Tucumán? ¿Qué significa y simboliza para vos?

-Tucumán es una provincia muy compleja, con un pasado de libertario y de resistencia (pensemos que en ella Belgrano libró la famosa batalla que frenó las pretensiones realistas sobre nuestro territorio y también se declaró la independencia), pero vive un presente muy conservador que, en mi opinión, ha desertado de aquellos legados.

Posee cuatro universidades y, paradójicamente, se halla representada por una clase dirigente a mi juicio muy elemental. Tuve en mente esas contradicciones cuando hice Diadema, también arropada en la hermosa frase de Christian Ferrer: “Todas las ciudades del mundo son, al mismo tiempo, una diadema de luces tendida en el horizonte, y el círculo del mismo infierno”.

Aunque pasé mi infancia en Tartagal (Salta), nací en Tucumán y fue muy impactante mi regreso en plena pubertad a una provincia tan políticamente convulsionada. Esto saturó mi obra de relatos situados que, en tanto signos, intento puedan ser traducibles. La injusticia es que ése es un esfuerzo que nunca se le exige a un artista “del centro”, pues no se duda de la universalidad de su producción. Así, los artistas de las provincias demostramos que, con nuestros particularismos, podemos llegar a ser profundamente contemporáneos.

  • El leve poder del concepto – Carlota Beltrame
  • Lugar: Fundación Klemm, Marcelo T. de Alvear 626.
  • Horario: lun. a vie. de 11 a 19.
  • Fecha: hasta el 25 de abril.
  • Entrada: libre y gratuita.



Fuente Clarin.com

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