La periferia de Expoagro siempre está llena de historias que ilustran la potencia de la muestra y de todo el sector agropecuario. Una de ellas es la de la firma Tasztex, dedicada a brindar soluciones innovadoras en telas especiales para la protección y bienestar del ganado, cubiertas impermeables para tanques rurales, comederos de lona resistente y tanques autosoportantes.
Se trata de una empresa familiar que arrancó hace doce años en la localidad santafesina de Wheelwright. Con treinta años de experiencia en el sector textil, Cristian Tascinazo detectó una necesidad en su región y decidió volcar todo su saber específico a resolver necesidades del campo. “Nos convertimos en metalúrgica y lonera”, describió en diálogo con Clarín Rural.
En una planta de mil metros cuadrados acopian materiales y realizan sus diseños a medida de cada cliente, y el crecimiento de los últimos años los llevó a comprar recientemente un nuevo predio de 40.000 metros sobre la ruta 8, además de diseñar un sitio de ecommerce.
“Después de la pandemia empezamos a venir a Expoagro, y en esa primera participación ya hubo un antes y un después, crecimos cuatro veces en un año, y después crecimos siete veces”, contó Tascinazo, y agregó: “Tenemos clientes muy buenos, algunos grandes, y reconocen la calidad del producto. En Rauch, por ejemplo, pusimos unas mediasombras hace unos años a las que les pasó por encima una tormenta que derribó silos, hizo desastres y las mediasombras están perfectas. Son lonas super reforzadas, importadas de Francia y de China”.
Luego aclaró que “el cliente cautivo no existe”. “Nuestras tres claves son la calidad del producto, la pata financiera y el servicio. Somos una empresa familiar, estoy yo con mi hijo siempre atendiendo al cliente y pensando los productos a medida de su necesidad. Y hoy ofrecemos financiamiento propio de doce meses y en entidades bancarias con plazos de hasta 48 meses”, detalló.
Hoy Tesztex cuenta con 8 colaboradores en una fábrica que trabaja al cien por ciento de su capacidad. De esta manera, plantando bandera en un pequeño stand ubicado en la última calle de la feria, una familia santafesina de sangre textil también se sube hoy al buen momento que atraviesan la ganadería y la lechería.