Se trataba de una obra de arte funcional que mezclaba lo más suntuoso con lo más elemental del hombre: un inodoro de oro que funcionaba, hasta septiembre de 2019, en un palacio del noroeste de Londres, fue despiezado y robado por una banda de ladrones. Tras años de investigación, este martes tres hombres fueron declarados culpables. Aguardan, desde ahora, su sentencia por robo, planeamiento del robo y lavado de dinero.
El 14 de septiembre de 2019 llegó al Palacio de Blenheim, reconvertido en un museo público londinense, la obra “América”, del artista italiano Maurizio Cattelan. Se anunció con pompas porque se trataba de una obra conocida en los círculos del arte plástico por su histrionismo: los visitantes que querían asistir a ella debían ir, en realidad, a uno de los baños del museo, dado que se trataba de un inodoro de oro, una escultura de 98 kilos de oro de 18 quilates, con asiento y cisterna. Funcionaba como cualquier otro inodoro, sólo que fue asegurado por 5,9 millones de dólares, aproximadamente. Ese mismo día fue robado.
Tres hombres quedaron registrados por las cámaras de seguridad del museo, un antiguo palacio del siglo XVIII en el que muchos años después nació el ex primer ministro británico Winston Churchill. Este martes, tras cinco años de investigación y previas citaciones, la Fiscalía de la Corona Británica (CPS, por sus siglas en inglés) informó en un comunicado que fueron declarados culpables.
Se trata de Michael Jones (39), James Sheen (40) y Fred Doe (36). Los dos primeros fueron hallados culpables del planeamiento, el robo y la venta de la obra de arte; sobre el segundo se sindicó que se trataría del jefe de la banda delictiva. Doe, por su parte, fue culpado de conspiración para facilitar la venta del oro resultante del despiece de “América”. También este martes, el Tribunal de la Corona de Oxford (el órgano de la CPS que llevó a cabo el proceso de investigación) absolvió a Bora Guccuk (41), que estaba procesado por el mismo delito que Jones.

Paso a paso, cómo fue el robo del inodoro de oro
Al día siguiente del robo, la policía señaló que los ladrones se habían introducido en el palacio la madrugada de aquel 14 de septiembre de 2019 y habían salido del lugar con el inodoro en la mañana, dejando atrás importantes daños y una inundación. De acuerdo con la CPS, Sheen -autor intelectual del robo- y sus cómplices condujeron dos autos robados a través de las puertas del palacio y usaron “mazos y palancas” para entrar y sacar el inodoro, antes de cargarlo en la parte de atrás de uno de los vehículos y marcharse en menos de cinco minutos.
Jones, por ejemplo, había acudido al palacio en dos ocasiones antes del robo, aunque luego negó que se tratasen de “visitas de reconocimiento”, pese a haber tomado imágenes de la ventana que posteriormente utilizarían para acceder, así como la cerradura del baño y del inodoro mismo.
“Fue un atraco audaz, cuidadosamente planeado y ejecutado, pero los responsables no fueron lo suficientemente cuidadosos y dejaron un rastro de evidencias forenses, material de cámaras de seguridad y datos telefónicos”, comentó Shan Saunders, de la CPS, en el comunicado emitido.
Y agregó: “Aunque nunca se recuperó el oro, que sin duda fue fragmentado, fundido o vendido poco después del robo, confiamos en que esta acción judicial ha contribuido a desarticular una red más amplia de delincuencia y blanqueo de capitales”.
El director del Palacio de Bleinheim -que además de museo es un sitio de Patrimonio Histórico de la UNESCO-, Dominic Hare, aclaró a la BBC, poco después del robo, que la banda de ladrones estuvo tres minutos en el lugar del robo. “Nos apoderamos de este preciado objeto y logramos perderlo en un día. Los ladrones atravesaron la verja, rompieron la ventana, lo recogieron y se fueron”, se lamentaba Hare por la obra de arte de Cattelan que antes había funcionado en, por ejemplo, el Museo Guggenheim de Nueva York.
La policía llegó cinco minutos después de que sonara la alarma, pero los asaltantes ya se habían ido. La investigación posterior, a cargo de la CPS, pudo establecer con exactitud cuándo la banda rompió el inodoro en pedazos más pequeños, ni si fundieron el oro ellos mismos, pero sí que dos días después del robo, Sheen buscaba compradores y ofrecía oro a unas 25.500 libras el kilo (casi 33 mil dólares).

La foto y el mensaje que los delató: “520 mil libras, jajaja”
Sheen contactó a Doe para que lo ayudara a vender el oro, y este último confesó haberlo ayudado aunque no que el oro era robado. Ambos acudieron al joyero Guccuk y acordaron un precio no trascendido por cinco kilos de oro, aunque la transacción finalmente no prosperó.
Sin embargo, Sheen admitió luego haber vendido parte del oro robado. Una fotografía encontrada por la policía en su teléfono mostraba una bolsa llena de dinero en efectivo, que fue enviada por WhatsApp con el mensaje “520.000 libras. Ja, ja, ja”. Cuatro semanas después del robo, el 16 de octubre de 2019, Sheen fue arrestado. Sin embargo, fue puesto en libertad bajo fianza, y durante los ocho meses siguientes estuvo involucrado en al menos 12 delitos más, incluido el robo en otro museo, el National Horseracing Museum (Museo Nacional de Carreras de Caballos).
Fue acusado tiempo más tarde, cuando la policía confirmó hallazgo de su ADN en un mazo que quedó dentro del palacio luego del robo del inodoro de oro del palacio, y en un coche robado abandonado en las inmediaciones. Luego también se encontraron fragmentos de oro en la ropa de su casa.
A pesar de que pasó casi la mitad de los últimos 20 años en la cárcel, se estima que Sheen ganó unos 2 millones de libras esterlinas con sus delitos, sin incluir el robo del inodoro dorado. En los meses anteriores y posteriores al robo de la obra de Cattelan, había integrado otra banda de ladrones que ganaron más de 2,6 millones de libras haciendo explotar cajeros automáticos, robando maquinaria agrícola y otros robos, incluido el asalto a otro museo, el de Newmarket.
Fue condenado a 17 años por el robo de cajeros automáticos en 2022, más de un año antes de ser acusado del robo del inodoro de Cattelan, por el mismo Tribunal de la Corona de Oxford (dependiente de la CPS) que lo declaró culpable este martes. En ese entonces, un juez había dictaminado que Sheen obtuvo 900 mil libras esterlinas por los robos, pero se le ordenó devolver solo una libra (¡si, una libra esterlina!). Ahora aguarda la sentencia de ese tribunal por el asalto al Palacio de Blenheim.