El de Silverstone no es un circuito más. Es el corazón de la Fórmula 1. Y para los argentinos también representa un sitio muy especial, ya que allí José Froilán González le dio el primer triunfo de la historia a Ferrari y hace un año Franco Colapinto se subía por primera en un Gran Premio a un monoplaza de la máxima categoría, cuando giró con un Williams en la práctica libre.

Para este fin de semana el argentino tendrá una tarea igual o más desafiante que la del año pasado, ya que ahora, a bordo del Alpine y a punto de cumplir su sexta carrera con el equipo francés (15 en total, si se suman las 9 con Williams en 2024), la temporada no viene entregando los resultados esperados, con un auto que rinde por debajo del resto.

Si Monza, en Italia, es conocido como el Templo de la Velocidad, Silverstone es la Catedral de la Fórmula 1. No sólo por lo que representa el desafiante trazado de la pista británica, sino porque la región es la casa de 7 de los 10 equipos de Fórmula 1 en la actualidad.

McLaren, Williams, Aston Martin, Red Bull, Mercedes, Haas y Alpine tienen sus fábricas cerca del circuito. Hasta el equipo Cadillac, que ingresará el año que viene a la F1, se instaló en Silverstone, más allá de que su casa central es en Estados Unidos. Solo Ferrari, Racing Bulls (ambas en Italia) y Kick Sauber (Suiza) no tienen sede en suelo británico.

Allí se respira Fórmula 1. Tanto que en Towcester, una de las localidades que rodea el circuito, se pueden encontrar nombres de calles como Senna, Mansell, Moss, Hill, Collins, Cooper, Tyrrell, Hunt, Clark, Surtees o Hawthorn, entre otros.

Un inicio con Fangio como protagonista

Inglaterra se había quedado en la posguerra sin ningún circuito de relevancia, pero lleno de bases aéreas. Así fue que la Royal Automobile Club decidió usar la base de Silverstone, de la Real Fuerza Aérea británica, para recibir al primer Gran Premio de Gran Bretaña. Se estima que 100.000 personas fueron parte del evento.

Era el nacimiento de un circuito que hoy es pilar fundamental (otras 16 ediciones las comparte con Aintree y Brands Hatch), el único junto con el GP de Italia que estuvo presente en todas las temporadas de la Fórmula 1 desde su creación, en 1950.

Ese año, la que era conocida como Fórmula Internacional pasó a llamarse Fórmula 1 e inició su calendario en Silverstone. Las otras sedes de esa temporada fueron Mónaco, Indianápolis, Suiza, Bélgica, Francia e Italia.

Juan Manuel Fangio ganó en 1956 con Ferrari el cuarto título de su carrera. Foto www.formula1.comJuan Manuel Fangio ganó en 1956 con Ferrari el cuarto título de su carrera. Foto www.formula1.com

El 13 de mayo de 1950, 26 pilotos se dieron cita en el circuito británico. Entre ellos, un “joven” Juan Manuel Fangio, de entonces 38 años, su ubicaba por debajo del promedio de edad (39) de esa parrilla de largada, que tenía varios participantes por arriba de los 50.

Luego de la clasificación, solo 21 pilotos formaron parte de la grilla de partida, con los primeros cuatro puestos dominados por los Alfa Romeo. El último sitio de ese cuarteto lo ocupó Fangio. El Chueco peleó los primeros puestos frente a los italianos Giuseppe Farina y Luigi Fagioli, pero un problema en el motor en la vuelta 62 lo obligó a abandonar.

Así quedó la puerta abierta para que Farina lograra la victoria en Silverstone, la primera de la Fórmula 1, y que le permitiría luego coronarse campeón en ese año, por apenas tres puntos de diferencia sobre Fangio.

José Froilán González y la primera vez de Ferrari

En esa primera temporada, José Froilán González había sido promocionado por el Automóvil Club Argentino para correr con Maserati, sin grandes resultados. En 1951 fue invitado para correr con Ferrari en el GP de Francia.

Dos semanas después, participó como cuarto piloto del GP de Gran Bretaña, en Silverstone, con una condición que figuraba en su contrato de 150 liras que firmó con Enzo Ferrari: si Alberto Ascari, estrella del equipo italiano, tenía algún problema con su auto en la carrera, Froilán González debería cederle su máquina. Eso había ocurrido en Francia, donde ambos pilotos subieron al podio en el segundo lugar.

José Froilán Gonzalez, primer ganador de Ferrari en la Fórmula 1.
Foto David Fernandez José Froilán Gonzalez, primer ganador de Ferrari en la Fórmula 1.
Foto David Fernandez

Pero en esa carrera hubo un detalle determinante. Previo a la clasificación, Fangio invitó al “Cabezón“, como le decían a Froilán, a subirse a un Alfa Romeo de calle y juntos recorrieron el circuito. El Chueco le fue contando los sectores clave de la pista para tener una buena competencia. Vaya si le sirvió de ayuda que logró la primera pole position para Ferrari en su historia. Fangio quedó segundo.

Pero ese iba a ser el inicio de lo que fue una carrera inolvidable. El motor V12 de la Ferrari 375 de Froilán González consumía menos que el 8 cilindros en línea del Alfa de Fangio, lo que le permitió a Froilán tener una estrategia con menos paradas en boxes.

Pero ocurrió lo que establecía el contrato: el auto de Aacari dijo basta en la vuelta 53 y el equipo llamó a boxes a Froilán González mientras lideraba la competencia. Sin embargo, en un gesto de nobleza deportiva, el italiano se negó a subir y el Cabezón volvió a la pista para darle el primer triunfo a Ferrari, hoy convertida en la escudería más ganadora de la historia de la F1.

Froilán González, en Silverstone. Froilán González, en Silverstone.

Las crónicas dicen que Enzo Ferrari lloró ese día, no sólo por ese primer triunfo sino porque había vencido a Alfa Romeo, su equipo de toda la vida. El miércoles siguiente Ferrari invitó a Froilán González a Maranello y lo recibió con un reloj de oro, un nuevo contrato y con una foto suya de la victoria, le pidió que la firmara y la colgó detrás de su escritorio. “No me olvidaré de usted mientras viva”, sentenció Don Enzo luego de esa victoria en Silverstone.

Froilán González ganaría de nuevo en 1954 y con Onofre “Pinocho” Marimón en el tercer escalón del podio (ese año fallecería en Nürburgring, Alemania, tras un accidente). Fangio ganó en 1956. Carlos Reutemann se impuso en el GP de Gran Bretaña de 1978, pero ese año se corrió en Brands Hatch. Una particularidad: los cuatro triunfos argentinos fueron a bordo de una Ferrari.



Fuente Clarin.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *