El 6 de febrero, en la Ribera de Quilmes se conoció una imagen que sorprendió a todos: se encontraron 24 cráneos humanos. Según denunció una vecina, los restos óseos fueron dejados ahí luego de un ritual de la religión umbanda.

En las redes sociales se inventaron diversas teorías del origen de los huesos, pero todas fueron desmentidas. En cambio, el fiscal que interviene en la causa señaló la problemática que rodea a este caso: osarios desbordados.

Ese jueves, agentes policiales y de la policía Científica se acercaron a la playa de la rotonda de la avenida Cervantes y Echeverría por la denuncia de una vecina, identificada como P.G.M, que decía que luego de que la noche anterior un grupo de personas vestidas de blanco de la religión umbanda realizaran su ritual, aparecieron los cráneos entre las rocas de la playa.

“Hace 17 años que vivo acá y nunca vi una cosa como esta, no tiene que pasar más”, declaró P.G.M en C5N.

Hace años que esta zona de la ribera de Quilmes es usada por los practicantes de esta religión para dar ofrendas a sus santos. Y si bien no todos los adeptos dejan este tipo de residuos en la costa, algunos sí y muchos vecinos se suelen quejar de los restos de animales muertos, o sólo sus cabezas, con los que se tienen que cruzar en el recorrido de la costanera o en la playa.

El culto umbanda se originó en Brasil en 1908, y tiene su base en la mezcla de etnias africanas y brasileñas. Su doctrina incluye un conjunto de cultos africanos, católicos y espiritismo. Según datos de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) en la Argentina hay 310 templos umbandas, de los cuales 233 están en la provincia de Buenos Aires.

La investigación de la causa quedó a cargo de la Unidad Fiscal de Instrucción N°5 de Quilmes y, según la pericia forense, se trataba de huesos de vieja data. El fiscal Jorge Saizar, en diálogo con este medio, explicó que nunca hubo una prueba concisa de que este caso se debiera a un delito aparente o que fueran huesos de desaparecidos de la última dictadura cívico militar, como se dijo en las redes sociales. Además, en el Código Penal Argentino no existe una pena fija para la extracción de restos humanos, sólo existe el artículo 171 del código penal que condena de 2 a 6 años a las personas que roben un cadáver con el fin de extorsionar y pedir algo a cambio de su devolución.

De todas maneras, el fiscal mandó a analizar los restos encontrados al área de antropología forense de La Plata para determinar sexo e identidad de los restos.

En cambio Saizar, planteó que una de las razones que dan pie a estos hechos es la facilidad de acceder a restos humanos a partir de la saturación de osarios, los lugares que reúnen los huesos que se sacan de las sepulturas luego de un tiempo. A la vez el doctor Roberto Prado, un forense que hace años que sigue en primera persona este tipo de casos, también apoyó la hipótesis de que este hecho se deba a un ritual umbanda, ya que es un caso similar a otros que sucedieron en años anteriores.

En 2014 la Policía intervino en una banda liderada por un Pai Umbanda acusada de robar a sus adeptos. En su templo había 15 cráneos y otras 22 piezas óseas humanas.



Fuente Clarin.com

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