Días atrás Calu Rivero (37) llamó la atención y se volvió viral al publicar en sus redes un particular anuncio para buscar niñera para sus hijos, Tao y Bee, fruto de su relación con Aíto de la Rúa.
“¿Dónde están? ¿Dónde se han ido? ¿Siguen existiendo o es que me perdí de algo? ¿Es un oficio en extinción?”, preguntó primero la actriz en su posteo.
Y luego detalló la gran cantidad de requisitos que estaba buscando: “Estoy buscando una niñera, pero no cualquier niñera, no alguien que le guste estar con niños’ nomás”.
“Busco a esa persona que entienda el arte de cuidar, de acompañar, de sostener”, agregó. “Nos movemos, viajamos, cambiamos de aire. Y busco a alguien que vibre con eso, que sea parte del ritmo, que tenga esa chispa de organizar sobre la marcha y hacer que todo fluya”, detalló en su pedido, que se volvió viral en redes, donde Calu también recibió críticas por sus exigencias.
Ahora, la actriz, que se radicó en José Ignacio con su familia, compartió nuevas historias en su cuenta de Instagram, donde acumula cerca de un millón de seguidores, y aseguró que ya contrató a una persona.
“No tengo palabras para agradecer la cantidad de mensajes que recibí. ¡Más de 300 personas me escribieron para postularse! Me emocionó ver tanta energía, disposición y amor por el cuidado”, señaló Calu.
“Mujeres y hombres increíbles con historias y talentos únicos, tomándose el tiempo de escribirme y compartir su magia. Pero ya encontré a la persona que nos acompañará en esta aventura!”, afirmó.
Finalmente, reflexionó: “Me quedo con certeza de que hay una gran comunidad de almas cuidadoras allá afuera. Gracias de corazón por cada mensaje”.
Además de cumplir con los requisitos que ella solicitaba, los postulantes debían responder un cuestionario con planteos personas y algunos filosóficos, como “¿Cuál es tu magia?”. “¿Cuál es tu superpoder?”, fue otra de las preguntas que debieron responder los candidatos al rol.
También Calu pidió conocer la “kriptonita” de cada aspirante.
Y dos aspectos necesarios para los postulares era que les guste la vida de campo (ya que donde viven detalló que hay “más verde que wifi”) y que se lleven bien con el orden y la limpieza.
“No digo obsesión, pero que todo fluya y esté limpio”, aclaró.