Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), al 1 de julio de 2024, Argentina cuenta con 47.067.641 habitantes, lo que representa un crecimiento del 14,4% respecto a 2010. Este aumento no solo refleja una mayor población, sino también importantes cambios en su distribución a nivel nacional.
Además, el recuento poblacional determinó que la cantidad de mujeres y varones varía según la región. Algunas provincias presentan índices de feminidad más altos que otras. Este indicador mide la cantidad de mujeres por cada 100 varones, reflejando así las variaciones en la composición poblacional según la región.
El índice de feminidad, elaborado con datos del último censo nacional, indica que la cantidad de mujeres por cada 100 varones, es de 107. No obstante, esta proporción varía según la edad: en la población de 0 a 14 años, el índice de feminidad es de 97, mientras que en las personas de 65 años o más asciende a 140.
En términos absolutos, en Argentina hay 23.705.494 mujeres y 22.186.791 hombres, de acuerdo con el INDEC. Del total de la población censada, el 52,83% se identificó como mujer, el 47,05% como varón y el 0,12% como no-binario o con la opción “X”.
Esta mayor presencia femenina refleja una tendencia demográfica histórica, estrechamente ligada a la mayor esperanza de vida de las mujeres en comparación con los hombres.
Las diferencias regionales también son notorias. Mientras que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires presenta el índice de feminidad más alto del país, las provincias de la Patagonia registran los valores más bajos.
Además, el censo determinó que en la pirámide poblacional refleja una “composición de mayoría femenina y más envejecida”. Su forma, con una base angosta y una cúspide ensanchada, responde al “descenso de la natalidad y de la mortalidad, y a la mayor sobrevida femenina”.
En este sentido, los datos del sitio Datos Macro refuerzan la disparidad en la esperanza de vida según el género. En Argentina, las mujeres viven en promedio 79,28 años, mientras que la expectativa de vida de los hombres es de 72,85 años, una diferencia que marca una brecha significativa y explica, en parte, la predominancia femenina en la población total.