La capacidad para hacer flexiones indica no solo tu fuerza física, sino cómo está tu salud en general. Realizar flexiones activa los músculos de los brazos, el abdomen, la espalda baja y hasta las piernas, lo que ayuda a fortalecer la zona central del cuerpo, clave para mantener el equilibrio y la postura.
Este tipo de ejercicios pueden prevenir todo tipo de enfermedades. Un estudio realizado por investigadores de Harvard indicó que el riesgo de morir crece en un 21% si no se realizan ejercicios de fuerza.
A medida que envejecemos, el riesgo de lesiones aumenta debido a factores naturales como la pérdida de fuerza y flexibilidad, y tiempos de recuperación más lentos, por lo que los ejercicios de fuerza se vuelven necesarios.
Mary Onyango, entrenadora certificada y coach del club de salud y fitness Life Time, sugirió un promedio de flexiones según la edad.
Existen varias modificaciones de este ejercicio de acuerdo a las capacidad y tono muscular de una persona, como por ejemplo las flexiones de brazos sobre las rodillas en lugar de sobre los dedos de los pies o las flexiones inclinadas con las manos apoyadas en una superficie elevada, para reducir la intensidad.
Sin embargo, la frecuencia para hacer flexiones dependerá de los objetivos y la condición física de cada persona. Los especialistas aconsejan incluirlas en la rutina de ejercicios dos veces por semana para permitir la recuperación adecuada entre sesiones y evitar el sobre-entrenamiento.
Si no se puede realizar la cantidad mínima del ejercicio indicado según la edad, puede ser una señal de una reducción de la fuerza o la resistencia muscular, según afirmó Onyango.
Los ejercicios con peso corporal pueden mejorar la salud cardíaca, lo cual se vuelve aún más crucial con la edad, como también la osteoporosis, ya que las flexiones contribuyen a la estabilidad articular y mejoran la densidad ósea mediante movimientos con carga de peso.