cuándo será, cómo verlo y qué energía trae la “Luna de Sangre”

La primera temporada de eclipses de 2025 ya está aquí. El próximo viernes, 14 de marzo, se dará el primero de ellos, un eclipse lunar total que coincidirá con la Luna llena en el signo de Virgo. Descubrí dónde se verá, por qué se le llama “la Luna de sangre” y cómo podés aprovechar las energías de estas fechas.

El primer eclipse del año es uno de los acontecimientos más importantes de la última semana de verano y un preámbulo a la llegada del año nuevo astrológico. El siguiente, un eclipse solar parcial, será el 29 de marzo y coincidirá con la Luna nueva en Aries.

El astrólogo y docente Juan Pedro Giménez detalló a Clarín cuáles serán las energías más movilizantes del primer eclipse.

Giménez precisó que en el 2025 habrá cuatro eclipses: dos lunares y dos solares. La primera temporada de eclipses se compone de dos fechas clave: el 14 y el 29 de marzo.

Como se mencionó antes, el 14 de marzo de 2025 será el eclipse lunar total en los 23° del signo de Virgo, mientras el Sol se ubica en Piscis.

Para saber cómo se movilizarán las energías, el astrólogo aseguró que lo primero que debemos considerar es el cambio del eje nodal, el evento que ocurrió el 11 de enero de este año y que, para la astrología, influye en las temáticas que se desplegarán en los eclipses anuales.

Giménez indicó que el “desafío” que plantean los nodos puede resumirse en un “proceso de desintegración-integración” del simbolismo de los signos que forman el eje. En pocas palabras, el nodo norte representa lo que debemos integrar y el nodo sur aquello que ya incorporamos. Desde enero, el nodo norte se ubicó en Piscis y el nodo sur, en Virgo.

A nivel general, la “propuesta del nodo pisciano es dejar un poco de lado la parte excesivamente laboriosa, ordenada y práctica, propia de Virgo”. El especialista indicó que esta invitación nos animará a encaminarnos hacia instancias un poco más “caóticas”, pero conectadas con el servicio, la espiritualidad, la empatía, la música y el arte en general.

Esa invitación a explorar el universo de lo “sutil”, a no limitarnos a lo concreto y tangible irá en consonancia con el panorama general del 2025, un año en el que el elemento tierra no será tan predominante: a finales de 2024 Plutón salió de Capricornio para ubicarse en Acuario y, en julio de este año, Urano saldrá de Tauro para llevar su energía a Géminis. “No tenemos que ver esto como un desprendimiento de nuestras posesiones, ni nada por el estilo: simplemente entender que hay más en esta vida que lo que se puede ver y tocar”, aclaró Giménez.

Se piensa en los eclipses como “portales” porque condensan, en el encuentro de las luminarias, una mayor energía. Ahora bien, a nivel individual, siempre será necesario estudiar el caso de cada persona, observar el signo y el grado en que se darán los eclipses y fijarnos si “tocan” algún punto álgido de nuestro mapa astral como el Sol, el ascendente, una oposición o conjunción con Venus, por mencionar unos ejemplos.

La temporada de eclipses seguirá más tarde con el eclipse solar parcial del 29 de marzo de 2025, que se perfeccionará a los 8° del signo de Aries, el último de los eclipses en este signo de fuego por el resto de la década. Hasta la siguiente Luna nueva, que será el 27 de abril en el signo de Tauro, las movilizaciones de los dos eclipses se harán sentir.

Los eclipses son el ocultamiento temporal de la luz del Sol o de la Luna (según el tipo de eclipse). Pueden haber de cuatro a seis eclipses por año, aunque esto último es poco frecuente. El ocultamiento se produce porque, vistas desde la Tierra, las dos luminarias y nuestro planeta se alinean con los nodos lunares.

Cada vez que la Tierra se interponga entre el Sol y la Luna, habrá un eclipse lunar. En cambio, cuando la Luna quede en el medio, bloqueando temporalmente los rayos solares que llegan a nuestro planeta, se producirá un eclipse solar.

La popularización del término de “luna de sangre” alude al color rojizo y naranja que adopta la luminaria cuando es eclipsada totalmente. La NASA indica que lo que ocurre es que la Luna se ubica de manera temporal dentro de la umbra (la parte más oscura de la sombra de la Tierra) y toda la luz solar que no está bloqueada por nuestro planeta, el espectro rojo y naranja, se filtra por una gruesa porción de la atmósfera de la Tierra en su camino hacia la superficie lunar.

Los eclipses lunares ocurren siempre en la fase de Luna llena. Los eclipses solares lo hacen en la fase de Luna nueva.

Los eclipses son acontecimientos que causan fascinación y una de las preguntas más frecuentes es ¿dónde y cómo se puede ver? El avistamiento de un eclipse lunar amerita menos medidas de seguridad. La NASA explica, por ejemplo, que para admirar la luna rojiza del 14 de marzo no se necesita mucho equipamiento ni usar gafas de seguridad especiales, una precaución indispensable para mirar los eclipses solares.

Además, la agencia de ciencia espacial estadounidense informa que el eclipse lunar total de marzo 2025 podrá verse en el hemisferio occidental de la Tierra; es decir, en toda América, el este de África y algunos países de Europa como España, Portugal y el este de Reino Unido.

Según el Servicio de Hidrografía Naval, la autoridad náutica nacional, el eclipse lunar total durará unas tres horas y media: empezará a las 02:09 a.m., alcanzará la totalidad del eclipse a las 03:25 a.m. y finalizará a las 05:47 a.m. (todas expresadas en hora local).