El jueves 20 de marzo empieza oficialmente el otoño en la Argentina. A las 06:01 a.m. (hora local) se perfecciona el primero de los dos equinoccios anuales. Para el país, que se ubica debajo de la línea ecuatorial, se acaba el verano; mientras que, en el hemisferio norte del planeta, el equinoccio da la bienvenida a la primavera.

El equinoccio de marzo es uno de los acontecimientos más significativos para la astrología. No solo marca un cambio estacional, también señala el comienzo del año astrológico, pues coincide con el momento exacto en que el Sol ingresa al signo de Aries para empezar un nuevo recorrido por la rueda zodiacal.

El signo de Aries es el primero del recorrido zodiacal. Foto: ilustración ShutterstockEl signo de Aries es el primero del recorrido zodiacal. Foto: ilustración Shutterstock

El signo de Aries, perteneciente al elemento fuego y de modalidad cardinal, es el que simboliza los inicios, la chispa que empuja una nueva secuencia con los doce pulsos zodiacales. La astróloga Beatriz Leveratto compara la energía ariana con “el Big Bang”, la gran explosión que dio lugar al universo como lo conocemos hoy.

¿Qué pasa durante un equinoccio?

Los equinoccios suceden dos veces por año: uno es el equinoccio otoñal y el otro, el equinoccio vernal. Ambos se producen cuando el Sol se ubica sobre la línea del ecuador, la que divide a nuestro planeta en los hemisferios norte y sur.

La palabra “equinoccio” proviene del término latín ‘aequinoctium’, que significa “noche igual”. Se denominó así porque durante los dos equinoccios el día y la noche duran la misma cantidad de tiempo.

Después del 20 de marzo y durante los próximos tres meses viviremos el otoño en estas latitudes. Luego, el 20 de junio de 2025, el solsticio dará comienzo al invierno en todo el hemisferio sur de la Tierra.

A menudo, al hablar de los equinoccios también se menciona a los solsticios y, para algunos, puede resultar confuso. Pero los solsticios y los equinoccios son muy diferentes. Mientras que los equinoccios se caracterizan por la igualdad entre el día y la noche, los solsticios representan extremos de luz y oscuridad.

El solsticio de junio señala el inicio del verano en el hemisferio norte y la llegada del invierno en el hemisferio sur en lo que se conoce como “la noche más larga”. En el solsticio de diciembre estos fenómenos se invierten y es el hemisferio sur el que recibe al verano y vive el día más largo.

Las celebraciones ancestrales del equinoccio de marzo

Para las antiguas civilizaciones los ciclos de la Tierra eran sagrados. El día del equinoccio, los pueblos celtas organizaban la celebración de la Ostara o fiesta de la fertilidad para darle la bienvenida a la primavera. Hoy en día, el neopaganismo y los practicantes de la wicca continúan con algunas de las tradiciones.

Los pueblos andinos celebran el Pawcar Raymi, "la Fiesta del Florecimiento", cada equinoccio de marzo. Foto ilustrativa: ShutterstockLos pueblos andinos celebran el Pawcar Raymi, “la Fiesta del Florecimiento”, cada equinoccio de marzo. Foto ilustrativa: Shutterstock

En Suramérica, en correspondencia con el clima otoñal, los pueblos originarios andinos aún honran la llegada del equinoccio de marzo con el festival Pawcar Raymi, que significa “fiesta de florecimiento” en quechua. En Ecuador, se trata de una de las fiestas anuales más importantes.

El Pawcar Raymi celebra el tiempo de la cosecha, la madurez de los frutos que se han sembrado el resto del año. En algunas comunidades también se denomina Sisay Pacha.



Fuente Clarin.com

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