Cuáles son los árboles que podés cultivar en maceta, con flores y frutos rosas, lilas y naranjas y hojas que cambian de color en el otoño

Tener un arbolito en nuestro hogar es posible; incluso, en espacios reducidos, como pueden ser un patio, un balcón o una terraza. Existen diversas opciones recomendadas por los paisajistas que se desarrollan muy bien en macetas.

No obstante, nobleza obliga: partamos de la base de que tener un árbol en una maceta requerirá un poco más de trabajo que el que necesitan otras plantas. En principio, hay que saber elegirlo muy bien.

¿Qué vamos a mirar en primer lugar? Básicamente, tendremos en cuenta el tamaño en su etapa adulta. Entonces, esta debe ser una planta de porte pequeño para evitarle el estrés de estar en un contenedor.

Además, preferentemente debe ser una planta de crecimiento lento con raíces no agresivas para evitar que rompa la maceta. También, que resista podas regulares y, finalmente, si fuera posible, que no demande mucha agua.

Hechas estas observaciones, consideraremos que el tamaño de la maceta debería tener un diámetro y una profundidad mayor a los 65 cm.

Imposible no iniciar la lista con este grupo de plantas. Aquí, una de las estrellas es el kinoto o kumquat (Fortunella margarita). Presenta una alternativa muy atractiva que se fusiona con el mundo gastronómico: son famosos sus dulces y licores.

Este cítrico, muy rústico, tiene una copa globosa. Y luce, además, un follaje perenne y denso. Florece a finales del invierno. De todas las opciones de cítricos, es la que puede llegar a alcanzar el menor porte.

En general, vale decir que son varias las plantas cítricas que pueden ir en una maceta. Elegiremos, por supuesto, los de menor porte: limoneros, plantas de mandarina y otras variedades de quinotos y kumquats (algunas, comestibles y ornamentales; y otras, solo ornamentales), además del Fortunella margarita. Todas van a pleno sol y requieren un sustrato levemente ácido.

Un dato adicional que les compete a todos estos cítricos: podrán observar que, en la parte baja del tronco, se ve algo así como una unión entre dos troncos: es el injerto. Al ponerlo en la maceta, no hay que cubrir esa parte con tierra. Tengamos en cuenta que todos ellos se multiplican sobre otra planta cítrica a fin de que se vuelvan más resistentes y produzcan mejores frutos.

La mayoría de la gente asocia sus flores con las de las orquídeas, por eso también llaman a esta planta “árbol de orquídea”. Personalmente, siempre me pareció más una azalea, por su copa llena de flores.

En los viveros se consiguen pezuñas de vaca (Bahuinia sp.) de flores rosadas, fucsias y blancas. La blanca, de pétalos más angostos, es nativa del Litoral argentino; las otras son exóticas (incluso, la blanca de pétalos anchos -más parecida a la rosada y a la fucsia-).

Su copa es globosa, pero irregular; y sus hojas lucen como las pezuñas de una vaca (de allí su nombre). Una vez que se identifican sus hojas realmente singulares, se reconoce la planta. Florece en el verano. Requiere pleno sol y es poco exigente en cuanto al tipo de sustrato.

Al igual que con los cítricos, las opciones para tener un acer en una maceta son amplias. Acer palmatum Crimson Queen, acer palmatum Bloodgoog y acer palmatum Red Pigmy son algunos de los ejemplares probados, con buenos resultados, por los paisajistas. Asimismo, otra especie que crece muy bien en una maceta es el acer buergerianum.

Al observar en mayor detalle a uno de los más populares: el acer palmatum, descubrimos que es una planta caracterizada por su atractivo follaje. Su copa es globosa. El crecimiento comienza siendo algo rápido y luego pasa a ser moderado.

La luz del sol afecta su coloración, por lo tanto, se puede experimentar corriendo la maceta de lugar para ver su respuesta. Eso sí, nunca debe darle sol directo por mucho tiempo porque puede quemarla. Necesita media sombra y un sustrato levemente ácido.

Uno de sus mayores atractivos es que las flores parecen pegadas al tronco y a las ramas. Verlo florecido es admirar una impresionante obra de arte de la naturaleza. No exagero. Y, a la vez, es muy fácil de conseguir en los viveros.

El árbol de Judea (Cercis siliquastrum) tiene una copa globosa y un tronco de bajo porte. Sus flores, de un color entre rosa y violeta, se presentan agrupadas. Florece a mediados de la primavera. Es de crecimiento moderado.

Aquí tenemos una planta que resiste sequías. Va a pleno sol. Un dato importante: requiere un pH entre neutro y levemente alcalino. Recordemos que el pH puede ser ácido (menor a 7), neutro (igual a 7) o alcalino (mayor a 7). Esta información se encuentra en la bolsa del sustrato.

El crespón (Lagerstroemia indica) es una bellísima planta caduca, no solo porque se colma de flores, sino también, por su atractivo tronco. Esto la vuelve ornamental en todas las estaciones del año. En otras palabras, constituye una elección muy atrayente.

Sus hojas toman un color naranja antes de caer. Y, en los meses más fríos del año, puede apreciarse mejor su corteza lisa de color ocre, que, a medida que el árbol crece y envejece, se vuelve más lustrosa.

Florece en el verano, y se consigue con flores blancas, rosadas, lilas o púrpuras. Es un espectáculo precioso ver un paisaje que combina estos árboles agrupados por sus diferentes colores de flores.

No es muy exigente en relación con el sustrato, pero requiere ser ubicado a pleno sol y en lugares en donde haya una excelente circulación de aire. ¿El motivo? Es susceptible al ataque de un hongo que luce como un polvito blanco que afecta brotes, hojas y pimpollos. Sin embargo, a no asustarte: sabiendo esto, es fácil de prevenir y de curar.

Como vimos, tener un árbol en nuestro hogar, aunque sea pequeño, es posible. El secreto es elegir la especie adecuada según el espacio disponible y el tipo de cuidado que podemos brindarle. Ya sea un cítrico que ofrece frutos comestibles; un acer, con su atractivo follaje; o un árbol de Judea, con su espectacular floración; cada opción tiene su encanto particular.

Verónica Langé es Técnica Universitaria en Jardinería por la UM, consultora florícola y floricultora. Fundadora de la plataforma digital Economía & Viveros.