La fatiga crónica, también conocida como encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica (EM/SFC), se trata de un trastorno que sufren muchísimas personas y que puede perdurar por muchos años si no se trata de la forma correcta. Aunque una consulta médica siempre es recomendada, también se pueden cambiar algunos hábitos con el objetivo de tener más energía durante el día.

Son muchas las causas que pueden desencadenar este trastorno, pero en muchos casos consiste en una mezcla de factores que influyen directamente, tales como las infecciones virales, problemas en el sistema inmunológico, estrés físico o emocional y también la genética.

Algunos de los síntomas más comunes de la fatiga crónica son: dificultad para concentrarse y recordar cosas a corto y largo plazo, fuertes dolores musculares y articulares, dolor de cabeza y garganta, problemas para dormir y una mayor sensibilidad a la luz, los ruidos y los olores.

Para dejarla atrás y poder enfocarse en una rutina mucho más saludable para el cuerpo humano será fundamental seguir una dieta balanceada para mantener altos los niveles de energía, proteínas y nutrientes. Los alimentos que más cumplen con este objetivo son las frutas y verduras, ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes, los cereales y granos integrales, como también las carnes, pollos y pescados magros.

A su vez, se deben evitar las comidas con abundantes grasas saturadas, sodio y azúcar, ya que son más propensas a aumentar el riesgo de contraer enfermedades cardíacas, además de aumentar la fatiga crónica. Lo mismo ocurre con aquellos con exceso de azúcares.

Si bien no hay un mecanismo o una fórmula mágica para eliminar la fatiga crónica, el sitio especializado en salud y nutrición Healthline compartió 5 cambios de hábitos que son imprescindibles sumar a la rutina diaria si se busca tener un mayor nivel de energía a lo largo del día.



Fuente Clarin.com

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