No serán las más nombradas de Buenos Aires, pero sí son las más importantes de sus barrios. Son ejes comerciales y referencias para los vecinos, aunque hace años esperan una mejora. Ahora, un plan oficial buscará potenciarlas. La Ciudad lanzó trabajos para intervenir por etapas 17 avenidas barriales, sobre todo de la zona sur, y reordenar el tránsito y las veredas, entre otras acciones.
La iniciativa se dividirá en etapas. La primera abarcará las tres vías siguientes, todas en etapa de licitación y con la idea de terminarlas antes de fin de año:
- Independencia, entre Jujuy y La Plata. La idea es arrancar las obras en marzo.
- Caseros, entre Lima y Entre Ríos.
- Benito Pérez Galdós, desde Almirante Brown hasta Pedro de Mendoza. También inclurá obras en algunas calles transversales, como Villafañe y Caboto.
En una segunda etapa se trabajará en:
- Fernández de la Cruz entre General Paz y Lisandro de la Torre.
- San Juan entre La Plata y Paseo Colón
- Boedo entre Rivadavia y Caseros.

En estas dos últimas se realizarán proyectos que surgieron de un concurso de ideas organizado por la Ciudad y la Sociedad Central de Arquitectos, que también incluyó a otras dos avenidas que serán intervenidas más adelante: Directorio y Sáenz.
El resto de las avenidas a remodelar por tramos serán Martín García, Almirante Brown, Cruz, Nazca, Montes de Oca, Suárez, Fagnano, Asamblea y Combatientes de Malvinas.
Ahora, ¿qué se hará en estas vías? “Queremos que las avenidas de barrio potencien la inversión, que aumenten el valor de su metro cuadrado y que generen empleo. Un buen ejemplo es avenida Patricios, que desde que fue remodelada triplicó el valor de sus propiedades, sumó 25 m2 de espacio público por cuadra y generó 30 empleos por cuadra”, explica Pablo Bereciartua, ministro de Movilidad, el área a cargo del proyecto. También participó, en el contacto con vecinos y comerciantes, la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano, que dirige César Torres.
Un primer cambio es que aquellas avenidas que sean doble mano se las convertirá en bulevares, con un cantero central de 1,5 metros de ancho.
En todos los casos se intervendrá en las esquinas, construyendo lo que se conoce como “orejeras”: se prolongarán las ochavas con áreas con canteros y bancos, de manera de ganar espacio público y hacer más seguros los cruces en ambos sentidos.
Además, se definirán espacios fijos para los contenedores de residuos. Hoy, aunque deberían estar sobre las veredas, en muchos casos ocupan espacio de la calzada. Y como queda un carril bloqueado, se ocupa el resto para estacionar. Ahora se ganará espacio para las veredas.
Otro cambio importante es que se crearán dársenas para que la gente sube y baje del colectivo. No serán andenes como tienen los Metrobus, pero sí se “comerá” parte de la vereda para que el colectivo entre y salga del lugar sin bloquear al tránsito.
Además, mejorará la iluminación, repararán las veredas y calzadas, sumarán mobiliario urbano y completarán la línea del arbolado público allí donde haga falta.
En la Ciudad reconocen que parte de las obras implicará eliminar lugares para estacionar, pero explican que, al ordenarse el tránsito, la circulación será más fluida.