En septiembre de 2024 el intendente de Campana, Santiago Abella, reinauguró el Museo del Primer Automóvil Argentino, ubicado frente a la Plaza España de esa ciudad del nordeste bonaerense. Allí, en 1907, el español Manuel Iglesias circuló con el primer auto fabricado en el país.

Nacido en Pontevedra, Iglesias llegó a la Argentina en 1884, cuando tenía solo 14 años. Luego de conseguir trabajo como carpintero se casó con María Mantellini, con quien tuvo 13 hijos. Su desempeño en el departamento de Ingeniería del Ferrocarril Central Argentino lo pondría en contacto con la tecnología.

Iglesias compró un motor a explosión y, ya instalado en Campana, construyó su propio automóvil. El 20 de noviembre de 1907, luego de cuatro años de trabajo, recorrió en su propio auto las calles de Campana para asombro de los vecinos.

Pero el proyecto de Iglesias quedó ahí. No creció como fábrica. Poco después, un ingeniero de familia vasca instalaría en Buenos Aires la primera fábrica de automóviles del país. Su intención era fabricar vehículos con la línea de montaje creada por Henry Ford.

La primera fábrica de autos en Argentina: su historia y legado

Horacio Anasagasti circuló en 1911 el primero de sus 50 autos fabricados en su taller de la avenida Llibertador. Horacio Anasagasti circuló en 1911 el primero de sus 50 autos fabricados en su taller de la avenida Llibertador.

Hijo de una rica familia de origen vasco, el porteño Horacio Anasagasti nació en 1879. Siempre fascinado por los primeros autos, estudió ingeniería en la Universidad de Buenos Aires de donde egresó en 1902, a los 23 años.

Su vida tomaría un nuevo rumbo en 1907, cuando formó parte de la primera Comisión Directiva del Touring Club Argentino. Entonces, ganó una beca en Milán (Italia) para trabajar en la fábrica Isotta Fraschini.

Al regresar a Buenos Aires, en 1908, Anasagasti formó una sociedad comercial con Ricardo Travers y José Gálvez para representar a Isotta Fraschini en el país y también a las firmas Gobron-Brillié y Grégoire.

Al auto Anasagasti en versión maravillosa de doble hilera de asientos./ Imagen de la revista Parabrisas.Al auto Anasagasti en versión maravillosa de doble hilera de asientos./ Imagen de la revista Parabrisas.

Además, inició la distribución de llantas con rayos de madera Stepney, neumáticos Hutchinson, un claxon marca Stentor y un dispositivo para inflar los neumáticos accionados por los gases de escape, según detalla el sitio Autohistoria.

Convertido ya en un referente de los automóviles, Anasagasti comenzó a escribir en la revista La Argentina Automóvil. En 1909 se separó de sus socios y abrió su propio taller. El 30 de diciembre de ese mismo año fundó la empresa Anasagasti y Compañía, dedicada a motores de automóviles, aviación y agrícolas.

Unos 50 Anasagasti por las calles de Buenos Aires

En septiembre de 1910 viajó a Europa para contactar posibles proveedores del auto que pensaba fabricar en el país. Terminó su primer prototipo en julio de 1911.

Tenía motor de origen francés, carrocería realizada en el país y otros elementos traídos de Europa. Presentó el auto en septiembre en la carrera Rosario-Córdoba-Rosario. Entre 1912 y 1915, el pujante y apasionado Anasagasti comercializó sus autos con mucho esfuerzo.

Anasagasti. Auto restaurado y recarrozado por el Club de Automóviles de Clásicos en base a sus elementos originales de dos viejos autos en ruinas de la marca./ Imagen: C.A.C.Anasagasti. Auto restaurado y recarrozado por el Club de Automóviles de Clásicos en base a sus elementos originales de dos viejos autos en ruinas de la marca./ Imagen: C.A.C.

Y llegó a vender y entregar unos 50 autos que pronto lucían en una Buenos Aires que todavía no se había atestado de los cuatro ruedas.

“La fábrica de Anasagasti se instaló sobre la entonces avenida Alvear al 1600 (actual Avenida del Libertador), donde en un comienzo se atendían motores de automóviles, aviación y agrícolas”, cuenta la revista digital Autohistoria, creada en 2003.

Retrato del ingeniero Horacio Anasagasti creador del primer auto en serie argentino./ Imagen del sitio Autohistoria.Retrato del ingeniero Horacio Anasagasti creador del primer auto en serie argentino./ Imagen del sitio Autohistoria.

Y agrega: “Desde un comienzo, Anasagasti dotó a su establecimiento de un importante plantel de maquinarias impulsadas por un gran motor eléctrico de corriente continua que movía una transmisión aérea, la cual, a través de correas de cuero, movilizaba las máquinas correspondientes”.

Había además un taller destinado a los trabajos de carpintería, chapa y pintura.

A partir de 1913, el retraso en los pagos de los compradores que habían elegido el pago de los autos en cuotas produjo dificultades financieras.

Por otro lado, el estallido de la Primera Guerra Mundial terminó con el envío de los insumos desde Europa que no pudieron ser fabricados en el país.

La fábrica cerró en 1915, pero los obreros, agradecidos por el trato brindado por Anasagasti, siguieron trabajando, sin cobrar sus sueldos, hasta 1916. Hasta entonces, se habrían fabricado medio centenar de unidades.



Fuente Clarin.com

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