Las fórmulas para la felicidad y para que un matrimonio dure mil años abundan en Internet. Sin embargo, también hay muchas estadísticas según las cuales los matrimonios que duran por siempre son cada vez menos.
A medida que disminuyen los matrimonios, también aumentan los divorcios y las separaciones. En este último aspecto, se calcula que seis de cada diez matrimonios terminan en separación o divorcio.
A pesar de esto, un estudio de la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos, indagó sobre si la vida de casado o de soltero nos hacía más felices. Con una puntuación máxima de 5, los casados respondieron en su mayoría con un 4, y los solteros con un 3,82.
La ventaja de quienes viven en pareja, aunque mínima, lleva a pensar que el matrimonio feliz es posible. Aquí, algunos consejos para conseguirlo.
La comunicación es primordial e implica mucho más que conversar acerca de inquietudes, disgustos, pensamientos, metas o necesidades. La escucha activa y la empatía serán fundamentales para conocer a su pareja y construir un futuro en conjunto.
Los flamantes cónyuges deben recordar que “tener una buena comunicación es una forma de crecer personalmente y en pareja. Practíquenla para mejorar sus habilidades comunicativas y su asertividad. No esperen a que el otro deduzca cómo se sienten”, recomienda el sitio Bodas, de México.
“Comprométanse a determinar un espacio durante el día para conversar, por ejemplo, sobre la jornada de cada uno, sobre aquello que les gusta de su pareja o sobre las preocupaciones personales, sociales o laborales”.
Otro elemento fundamental es la sinceridad. El sitio Bodas aconseja: “Es importante que no existan mentiras porque, si las hay, se alejarán no solo de su pareja, sino también de ustedes mismos. Además, ocultar verdades solo lleva a insatisfacciones y enfrentamientos”.
Por eso, en la pareja, siempre hay que decir la verdad, expresar todo lo que se siente siempre y cuando se hagan con respeto.
La lealtad es otro paso para mantener la relación viva. “Una persona leal es sincera, honesta, real, transparente, auténtica y, sobre todo, fiel. La lealtad es una virtud que debe guiarlos hacia lo correcto cumpliendo las promesas que existan en la pareja”, añade el sitio especializado en bodas.
“Hablar mal del otro, quejarse con otros sobre la pareja, incumplir pactos o buscar el amor en otra persona es una forma de romper la lealtad”.
El respeto debe ser mutuo y tiene que basarse en el amor y la admiración. Debe aplicarse en la forma de hablar y actuar. Ya sea que alguno esté enojado o no, siempre deberá hablar con respeto, y evitar gestos y palabras duras e hirientes.
Un consejo de hierro: “Jamás consientan la violencia verbal o física porque hay muchos tipos de agresiones con los que las personas crueles buscan minar la autoestima. En este sentido, hay que aprender a detectar actitudes posesivas, chantajes emocionales, obsesiones y humillaciones, para frenarlas a tiempo”.
El contacto físico es indispensable para demostrar el amor hacia la pareja. Las caricias, los abrazos, los besos, la intimidad y la pasión siempre son bien recibidos. “Si sientes un amor inabarcable hacia tu pareja, por qué no demostrárselo”, dice el sitio Bodas.
La empatía es la capacidad de ponerte en el lugar del otro y procurarla con la pareja es una forma de manifestar interés en lo que ella piensa y siente. Esta es una conexión emocional para comprenderse a través de sentimientos y pensamientos.
Otro ingrediente del matrimonio feliz es pedir y otorgar perdón, porque asumir los errores y perdonar son dos caras de una misma moneda. “Ambas capacidades son importantes en las relaciones de pareja. Tener capacidad para pasar página y no vivir enganchados a un error es tan positivo como esforzarse por no incurrir en las mismas equivocaciones”, afirma el sitio.