El corazón funciona como el motor del cuerpo, impulsando la sangre que lleva oxígeno y nutrientes a todos los órganos a través de cada latido.
Su actividad se refleja en el ritmo cardíaco, que indica cuántas veces late por minuto y aporta información valiosa sobre el estado general de salud, tanto en reposo como durante la actividad física.
Cuidar el corazón implica adoptar hábitos saludables: alimentarse bien, hacer ejercicio regularmente, evitar el estrés sostenido y realizar controles médicos.
Por eso, detectar a tiempo cualquier alteración en el pulso, como una frecuencia muy alta, muy baja o irregular, permite prevenir problemas mayores.
La medición del ritmo cardíaco es una herramienta simple pero poderosa que ayuda a estar alerta. Ahora bien, el ritmo cardíaco no es igual en todas las personas ni en todas las etapas de la vida. Varía según la edad, el nivel de actividad física y el estado de salud general.
La cantidad de latidos que tiene el corazón en un minuto se conoce como pulso y se puede medir en zonas donde las arterias están cerca de la piel, como la muñeca, el cuello, la sien o el dorso del pie, explica el sitio especializado Medline Plus.
Para “tomar el pulso”, se deben colocar el dedo índice y medio sobre alguna de estas zonas, presionar con suavidad hasta sentir los latidos y contar el tiempo durante un minuto. El procedimiento es rápido e indoloro.
Antes de medirlo, es fundamental estar en reposo al menos 10 minutos ya que el cuerpo necesita estar relajado para obtener un resultado confiable. Pero si la idea es saber cómo responde el cuerpo al ejercicio, la medición se puede realizar durante o inmediatamente después de la actividad física.
La información que se obtiene puede ser útil para detectar desequilibrios en la salud, ya que un ritmo cardíaco demasiado bajo o demasiado alto puede estar relacionado con estrés, deshidratación o problemas cardíacos.
También es una herramienta clave para quienes practican deportes. Conocer la frecuencia cardíaca ayuda a entrenar de forma segura, controlar el esfuerzo y evitar riesgos. Por eso, muchas personas usan relojes o pulseras inteligentes para monitorear sus pulsaciones.
La Clínica Mayo, de los Estados Unidos, indica los valores normales de frecuencia cardíaca en reposo, según la edad:
Si el ritmo cardíaco se mantiene fuera de estos rangos, es recomendable consultar con un profesional. También si el pulso es irregular, muy fuerte o difícil de detectar. En esos casos, podría haber una alteración en la circulación o una obstrucción arterial, algo común en personas con colesterol alto, diabetes o antecedentes cardiovasculares.
Estas son las principales recomendaciones de la Fundación Española del Corazón para cuidar la salud en general y mantener el ritmo cardíaco dentro de los valores normales: