El entrenamiento funcional se ha convertido en una de las formas más efectivas de mejorar la capacidad física general. A diferencia de los entrenamientos tradicionales que se enfocan en aislar músculos específicos, el entrenamiento funcional trabaja múltiples grupos musculares a la vez, replicando los movimientos naturales que realizamos diariamente. Este tipo de ejercicio tiene como objetivo principal mejorar la movilidad, el equilibrio y la fuerza en actividades cotidianas como levantar objetos, caminar o agacharse.
Existen diversos tipos de entrenamientos funcionales que varían según el enfoque. Algunos se centran en la resistencia, utilizando pesas o el propio peso corporal para fortalecer los músculos y mejorar la estabilidad.
Otros se enfocan en la flexibilidad y agilidad, ayudando a mejorar la capacidad de moverse de manera eficiente. En todos los casos, el objetivo es entrenar el cuerpo para que realice tareas cotidianas con mayor facilidad y sin riesgo de lesiones.
El entrenamiento funcional no solo es útil para atletas, sino también para personas de todas las edades que buscan mantener una vida activa y libre de limitaciones físicas. Al mejorar la capacidad de ejecutar movimientos básicos y complejos, se optimiza el rendimiento en la vida diaria. Pero, ¿cómo lograr que el entrenamiento de fuerza funcional sea parte de tu rutina diaria y así mejorar tu rendimiento físico en las actividades cotidianas?
Entrenamiento de fuerza funcional: cómo mejorar tu rendimiento físico en la vida diaria

Según el sitio especializado en salud Men´s Health a medida que envejecemos, uno de los principales desafíos es el deterioro muscular, conocido como sarcopenia.
Este debilitamiento dificulta los movimientos cotidianos, pero se puede prevenir mediante el entrenamiento de fuerza funcional, el cual mejora la capacidad de realizar actividades diarias de manera eficiente.
El entrenamiento de fuerza funcional se centra en movimientos que replican las actividades cotidianas. Según JC Santana, experto en acondicionamiento físico y fundador del Institute of Human Performance en Boca Raton, Florida, “el entrenamiento funcional entrena movimientos, no músculos”.

A través de patrones de movimiento que reflejan lo que haces todos los días, puedes mejorar la eficiencia y desempeño en actividades como caminar, agacharse o levantar objetos.
Movimientos clave del entrenamiento funcional

Hay cuatro movimientos centrales para este tipo de rutina de ejercicios físcos. Son los siguientes:
- Locomoción. Mejora la capacidad de mover el cuerpo, como caminar o correr.
- Cambio de nivel. Agacharse, levantarse, subir escaleras, arrodillarse, acostarse, etc.
- Función de las extremidades superiores. Movimientos de empuje y tracción, como abrir una puerta o lanzar una pelota.
- Rotación. Movimientos de torsión, como girar al conducir o movimientos propios de los deportes.
Beneficios del entrenamiento de fuerza funcional

Mucha gente que ha estado mucho tiempo sin hacer actividades físicas, descubre muy rápido las bondades y beneficios del entrenamiento de fuerza funcional. Destacamos los principales beneficios.
- Mejores patrones de movimiento. Facilita las actividades cotidianas al fortalecer los movimientos naturales.
- Mejora del equilibrio y la coordinación. Al trabajar la estabilidad de las articulaciones, se reduce el riesgo de caídas y lesiones.
- Prevención de lesiones. Fortalece las estructuras del cuerpo, disminuyendo las posibilidades de torceduras y caídas.
- Desarrollo muscular. El entrenamiento de resistencia mejora la masa muscular, ayudando a afrontar mejor los esfuerzos físicos.
- Aumento de la flexibilidad. Al trabajar una variedad de movimientos y rangos de movimiento, se mejora la elasticidad muscular, esencial para mantener un cuerpo ágil y funcional.
Ejercicios recomendados

Acá te contamos 5 de los mejores ejercicios para hacer tu rutina de un buen entrenamiento de fuerza funcional.
- Planchas. Fortalece el core y mejora la estabilidad general, lo que facilita mantener una postura adecuada y evitar lesiones.
- Flexiones de brazos. Mejora la fuerza en la parte superior del cuerpo, lo cual es esencial para tareas como levantar y mover objetos.
- Elevaciones de piernas. Activa los abdominales y mejora la estabilidad lumbar, fortaleciendo la zona media.
- Remo invertido. Desarrolla la fuerza de la espalda y los brazos, esenciales para tareas de tracción.
- Peso muerto con barra. Fortalece la cadena posterior, mejorando el control del movimiento al inclinarse y levantar objetos pesados.