Leandro Santoro aparece primero en la mayoría de las encuestas, pero no se confía: su equipo cree que el resultado está abierto y que el ganador le sacará uno o dos puntos al segundo. El candidato de “Es ahora Buenos Aires”, de origen radical y apuntalado por el peronismo porteño, buscará mantener la ventaja con un sprint final en el que combinará recorridas, videos en las redes con problemáticas puntuales de algunos barrios y un acto de cierre en la Facultad de Derecho de la UBA.
Con un discurso contra el “abandono” de la gestión en la Ciudad para apuntarle a Jorge Macri y contra la “crueldad” del Gobierno nacional para confrontar con Javier Milei, Santoro reforzará su estrategia orientada al electorado opositor a esos dos oficialismos, con el propósito de atraer el voto útil a partir de su buena posición en los sondeos y aprovechar la puja entre Manuel Adorni y Silvia Lospennato por el voto de centroderecha en lo que fue el bastión del PRO desde hace 18 años.
“Mucha gente gente ya tomó su posición. A nosotros los misiles nos pasan por arriba. Es una campaña rara”, aseguraron cerca del actual diputado nacional de Unión por la Patria en referencia a la pelea entre libertarios y macristas, potenciada por las acusaciones cruzadas ante el fracaso del proyecto de Ficha Limpia en el Senado. Santoro esquivó las controversias y se concentró en diferenciarse de los aliados en el Congreso nacional y competidores en la Ciudad.
El acto de cierre será en las escalinatas de la Facultad de Derecho -en principio el jueves, aunque dependerá de si hay sesión en Diputados-, para escenificar la defensa de la universidad pública en contraposición con sus adversarios, acompañado por Claudia Negri, vicedecana de Medicina y jefa del departamento técnico del hospital Ramos Mejía. “Desarmemos la motosierra”, fue una de las consignas de Santoro contra el ajuste a la educación, la salud y las jubilaciones.
Hasta el inicio de la veda Santoro irá al menos a un medio por día y seguirá grabando videos con problemáticas barriales para difundir en cada una de las comunas. Una fábrica contaminante de Pompeya, una obra frenada hace años en Santa Rita, una plaza sin mantenimineto en Mataderos, el derrumbe de una vivienda en Caballito y un cementerio de autos en Paternal, entre otras.
A diferencia de buena parte de los candidatos -Adorni con Javier Milei, Lospennato con Mauricio Macri y otros como Lucila Levy con Martín Lousteau o Paula Oliveto con Elisa Carrió-, Santoro prescindió de referentes nacionales en la campaña y evitó aludir a Cristina Kirchner en un distrito adverso para el peronismo y la titular del PJ.
Esa intención se reflejó en la presentación de su libro Maxikiosco, en el teatro Armenia, en la que denunció los negocios privados en las concesiones, los contratos como el de recolección de basura y los bienes públicos de la Ciudad. El candidato fue el único orador y nadie lo acompañó en el escenario. En las primeras filas lo escucharon Mariano Recalde, Paula Penacca, Eduardo Valdés y otros referentes porteños del peronismo.
Con el “cordobesismo” -el espacio creado por José de la Sota y Juan Schiaretti consolidado en el poder en un distrito con un electorado antikirchnerista- como modelo, Santoro apuesta a que estas legislativas funcionen como un primer paso en la construcción del “porteñismo” de cara al 2027. Una primera escala como “puente” hacia el armado de un “frente local más amplio” para enfrentar a Milei y a Macri.