La histórica clase media, que por décadas fue un rasgo distintivo del país, actualmente enfrenta una crisis de identidad y pertenencia. Sucede que los cambios económicos y sociales que se fueron dando en la Argentina impactaron en la percepción de los ciudadanos sobre su nivel de vida y hoy mucha menos gente se percibe de clase media.
Esta es una de las conclusiones del último estudio de la consultora Youniversal, especialista en investigación y tendencias, que reveló nuevos datos acerca de cómo los argentinos perciben hoy su posición socioeconómica.
“Históricamente, entre el 80 y el 85% de los argentinos se identificaban como clase media. Hoy, esa percepción ha cambiado radicalmente”, asegura Ximena Díaz Alarcón, Co-Fundadora & CEO de Youniversal.
Detalla que “apenas el 28% de los encuestados se considera hoy de clase media, mientras que un 39% se identifica con la clase media baja y un 27% con la clase baja”.
Este estudio alude a cómo se perciben los consultados en una encuesta y en distintos focus groups. Pero teniendo en cuenta la distribución de la población, se estima que el 53% de la población es de clase baja, el 42% es de clase media y el 5% es de clase alta.
Para ser considerada de clase media una familia tipo (dos adultos y dos niños menores) necesitó ingresos de al menos $ 1.713.065,96 en febrero pasado en la Ciudad de Buenos Aires, según el INDEC porteño.
Cuáles son los consumos de clase media
A pesar de los cambios en la autoidentificación, algunos pilares siguen siendo fundamentales para definir a la clase media argentina, recuerda el informe. La salud es un aspecto clave, donde los sectores de menores ingresos dependen de la atención pública, mientras que en los sectores medios y altos las prepagas siguen siendo un estándar.

La educación continúa siendo un símbolo de progreso, con una fuerte presencia de la educación privada en los niveles socioeconómicos más altos, mientras que la universidad pública mantiene su valor como motor de movilidad social.
A su vez, la conectividad, a través de Internet y celulares, es percibida como esencial para la inclusión social y el desarrollo cotidiano. Además, la posibilidad de disfrutar de pequeñas experiencias, como salidas, viajes, recitales y clubes, sigue siendo un signo de bienestar y pertenencia.
“Por último, la identidad y el cuidado personal juegan un rol central: la moda, el deporte y la estética funcionan como barreras frente a la percepción de caída social, reforzando la autoestima y la imagen”, detalló el trabajo.
Realidad y percepción
El estudio confirma una sensación extendida: la clase media fue considerada el motor del progreso en Argentina, pero, al mismo tiempo, la mayoría de la población siente que ya no alcanza los niveles de consumo asociados a este segmento social.
Un 36% de los encuestados se mostró “de acuerdo” y un 51% “muy de acuerdo” con la afirmación “la clase media argentina ha sido históricamente el motor de progreso del país”.
Sin embargo, al responder “siento que no puedo mantener el consumo que correspondería a una persona de clase media”, el 32% dijo estar “de acuerdo” y el 46% “muy de acuerdo” con esta sensación.
Además, el 34% de los encuestados estuvo de acuerdo y el 39% muy de acuerdo con la afirmación “la clase media argentina está en vías de extinción”.
Algunos datos de la economía avalan la percepción de la población. Por caso, el consumo masivo (alimentos, cosmética y limpieza), sigue con números negativos. Desde enero del 2024, en todos los meses hubo caídas: inició con una retracción del 3,5% interanual en enero del 2024 y lleva 15 períodos consecutivos, hasta el 9,8% del pasado febrero, según datos de la consultora Scentia.
Aunque las compras de bienes durables están un poco mejor posicionadas, precisamente por la dispar recuperación de los salarios, las operaciones con tarjeta de crédito tampoco repuntan: crecieron en febrero un 1% nominal respecto de enero, lo que implicó una caída del 0,9% en términos reales frente a una inflación estimada de 2%, según el último informe de First Capital Group.
Otro análisis que permite evaluar las divergencias entre la evolución macro y el “feeling” de la calle, es el índice de confianza de los consumidores. Según el relevamiento de la Universidad Torcuato Di Tella, este indicador viene mostrando caídas en los últimos dos meses: en febrero disminuyó 0,3% versus el mes anterior y en marzo, la tendencia se profundizó: se desplomó un 6,7%.
Según los analistas de Youniversal, el estudio de la consultora evidencia una transformación profunda en la percepción de los argentinos sobre su posición en la sociedad y los desafíos que enfrenta la clase media en el país.
“Repensar la clase media, o más bien si somos de clase media o de media clase, es clave para entender las aspiraciones, frustraciones y motivaciones de la gente”, concluyó Díaz Alarcón.