Cuando un auto pierde fluidos y aparecen manchas líquidas debajo de él, es normal que surjan dudas e inquietudes. La clave está en no desesperarse, sino en conocer las características de cada pérdida para saber si es algo menor o si hay que acudir al mecánico de inmediato.
Para aclarar este tema, Jorge Kowalski, gerente de Capacitaciones y Servicios en Neumen Performance Center, elaboró un índice práctico de fluidos del vehículo, explicando sus propiedades y cómo identificarlos. A continuación, un repaso de cada caso y su nivel de gravedad.
Líquido de frenos
Si ves una mancha de color claro a ámbar cerca de una rueda o en los componentes del sistema de frenos de tu auto, hay que actuar rápido. El líquido de frenos es clave para la seguridad del vehículo, y una fuga puede derivar en una pérdida de presión en el sistema, poniendo en riesgo la capacidad de frenado.
Líquido de dirección hidráulica
Tiene un tono rojizo o rosado y un olor similar al aceite quemado. Si la pérdida ocurre cerca de la parte delantera del auto, puede tratarse de una fuga en la caja, bomba o depósito de dirección. Ignorarla puede derivar en una dirección dura y dificultar la maniobrabilidad.

Aceite de motor
Si la mancha es amarronada o negra y tiene un olor a quemado, puede tratarse de aceite de motor. Generalmente, aparece debajo del bloque del motor y es señal de que hay un problema en los retenes o juntas. Una fuga de este tipo puede generar un mal rendimiento y, en casos extremos, el daño del motor.
Líquido refrigerante y anticongelante
Este fluido puede ser verde, amarillo, rosa o naranja, dependiendo de la marca. Su olor característico es similar a la miel quemada. Si notás una mancha cerca del radiador o en la periferia del motor, es probable que haya una fuga.
Si el problema está en el núcleo de calefacción, podrías encontrar la alfombra del auto mojada. Es importante revisarlo para evitar un sobrecalentamiento del motor.
Líquido de transmisión
Si la mancha es de color rojo claro (o rojo oscuro si ya tiene uso), es probable que sea fluido de transmisión. La ubicación de la fuga varía según el tipo de auto: en la parte delantera izquierda, si el motor es transversal, o en el centro si es en línea. Una pérdida prolongada puede afectar el funcionamiento de la caja de cambios.

Caso excepcional: pérdida de agua
Si notás una mancha de agua en el piso, especialmente en días húmedos y después de usar el aire acondicionado, no hay de qué preocuparse. Esta pérdida es solo condensación del sistema de climatización y no representa ningún riesgo para el vehículo.
Saber distinguir entre una pérdida inofensiva y una fuga peligrosa es clave para mantener el auto en buen estado y evitar problemas mecánicos mayores. Ante la duda, siempre es recomendable acudir a un mecánico.
Mirá también
Así podés cargar la batería de tu celular cuando no hay luz

Mirá también
Esta nueva IA puede hacer movimientos humanos sin equivocarse: cómo funciona y cuál es la clave de esta tecnología
