La gripe es una infección que afecta la nariz, la garganta y los pulmones y está causada por un virus. La enorme mayoría de las personas que tienen gripe mejoran por su cuenta luego de unos días de fiebre y congestión nasal.

Este virus viaja por el aire en forma de gotitas que son diseminadas por una persona que tiene la infección cuando tose, estornuda o habla. También puede transmitirse a través de objetos de uso cotidiano, como el teclado de la PC.

Aunque el virus de la gripe circula todo el año, los contagios aumentan durante el invierno, cuando tiende a incrementar su capacidad de transmisión y supervivencia.

La gripe puede dejar debilitada a una persona durante días o incluso semanas y favorecer otros problemas de salud, como sinusitis, bronquitis o neumonía.

El sitio de suplementos alimenticios Supradyn brinda algunos consejos para que las defensas vuelvan a sus niveles luego de haber sufrido la enfermedad.

El primero es comer alimentos nutritivos, como fruta y verdura, primordiales para mantener el sistema inmunitario en buenas condiciones. “Recuerda comer al menos cinco raciones de fruta y verdura al día para obtener la cantidad adecuada de vitaminas, minerales, fibras y antioxidantes”.

Otros alimentos recomendados son el ajo, que tiene propiedades antibacterianas y antivirales; el yogur, por sus bacterias benignas (probióticos) que mantienen los sistemas digestivo e inmunitario en óptimas condiciones; los hongos, que estimulan la producción y actividad de los glóbulos blancos; y el jengibre, que estimula la circulación y favorece la transpiración, por la cual eliminamos toxinas.

Como la fiebre y la sudoración excesiva pueden provocar deshidratación, hay que tomar mucho líquido ya que pueden contribuir a la producción y la secreción de mucosidad en las vías respiratorias y así disipar el frío.

El sitio recuerda que “se recomienda beber alrededor de dos litros de líquidos al día (agua o infusiones, no bebidas azucaradas) y que las bebidas calientes son especialmente buenas porque las temperaturas elevadas ayudan a combatir los síntomas de la gripe con mayor rapidez”. Entre las infusiones recomendadas están las que llevan miel y limón, el té verde, por su contenido en catequina.

Otro buen consejo es humedecer el ambiente porque “el aire seco puede exacerbar los síntomas de la gripe. Puedes comprar un humidificador o colocar un recipiente con agua cerca de un radiador. El agua humedecerá el aire, lo que a su vez facilitará la respiración. Esto puede ser de gran ayuda si tu gripe se convierte en una sinusitis”.

Muchas veces, las exigencias laborales hacen que la persona que tuvo gripe deba volver a su trabajo en cuanto comienza a sentirse mejor. “Sin embargo, no deberías esforzarte demasiado ni demasiado rápido, no tengas prisa en recuperar rápidamente las fuerzas después de una gripe”, dice el sitio.

Y agrega: “Aunque creas que estás mejor, actúa como si no lo estuvieras. Presta atención a las necesidades de tu cuerpo y reajusta tu rutina en consecuencia”.

Permanecer en la cama durante días (el descanso es la mejor arma contra la gripe) puede causar rigidez y dolores musculares. Por eso, es importante estirar los músculos para calentarlos de nuevo. Realizar ejercicio moderado como nadar, caminar o hacer yoga, puede ayudar a revitalizar el organismo sin sobrecargarlo demasiado.

Siempre en pos del buen descanso, se aconseja apagar la tele y los dispositivos porque solo aportan distracción. Además, la luz azul que emiten causa cansancio ocular y está relacionada con la fatiga física y mental.

Fundamental: evitar el alcohol y el tabaco. El primero agota las reservas de vitamina C y otros nutrientes, y el segundo hace que alguien corra más riesgo de sufrir una infección.



Fuente Clarin.com

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