Para los argentinos, el dólar es sinónimo de refugio financiero. En un país donde la moneda local vale poco y nada, la moneda estadounidense siempre es una opción para defenderse de la inflación, una verdadera plaga que devora los ingresos.
A pesar de que, para principios de 2025, la inflación se había moderado a un ritmo del 2% mensual, aún sigue siendo alta. Para tomar como parámetro: la inflación de la Unión Europea, en 2024, fue del 2,7%. En Estados Unidos, del 2,9%. Claro que en ambos casos el porcentaje es anual, y no mensual.
Dónde poner los billetes para que estén a salvo, primero, de los delincuentes y, segundo, del deterioro que sufre el papel moneda es una de las tantas cuestiones a considerar.
Aquí explicamos algunas opciones para tener en cuenta a la hora de conservar estos ahorros, siempre y cuando estén en físico y no en entidades bancarias.
Cómo guardar tus dólares de forma segura y evitar que se deterioren

Las cajas de seguridad bancarias son una de las alternativas más tradicionales y confiables, porque brindan protección contra robos, incendios y otros riesgos, además de garantizar privacidad. Sin embargo, su disponibilidad es limitada debido a la alta demanda, aunque el costo del alquiler, en general, es accesible.
Como alternativa existen cajas de seguridad administradas por empresas privadas que ofrecen un servicio similar al de los bancos. Suelen contar con tecnología avanzada y altos estándares de seguridad. A diferencia de los bancos, no es necesario ser cliente para acceder a ellas. Los costos pueden ser similares o incluso superiores.
Guardar los dólares en casa, por supuesto, conlleva varios riesgos, sobre todo debido a la inseguridad creciente en muchos lugares del país. También hay que tomar algunas precauciones para evitar el deterioro de los billetes que pueden ser afectados, por ejemplo, por la humedad.
Existen diferentes modelos de cajas fuertes. Las tradicionales, más económicas, se abren con llave, pero hay modelos con combinación numérica mecánica o las que utilizan un sistema eléctrico mediante una huella digital o una llave especial con combinación electromecánica. Las cajas fuertes, hay que decirlo, son caras, pero resultan una alternativa rentable en el largo plazo, debido a su durabilidad.

Ya sea en una caja de seguridad o en una caja fuerte, los billetes deben estar en una bolsa hermética, tipo Ziploc. Se consiguen en la mayoría de los supermercados y son baratas. Las bolsas plásticas “normales” también sirven, pero, en este caso, habrá que poner bolsas de gel de sílice que absorben la humedad.
El papel aluminio también sirve para conservar los billetes en buen estado, porque evita las roturas y los mantiene a salvo de humedad y calor extremo. En cualquier caso, evitar las bandas elásticas para atar los billetes porque el caucho puede deteriorarlos. Mejor, usar fajas de papel y nunca doblar los billetes.
Además de las alcancías, de vidrio o de cerámica, hay objetos que simulan ser otro elemento para engañar a los delincuentes. Por ejemplo, cuadros que tienen lugar para los billetes en la parte trasera o cajas que simulan ser libros. Claro que, a diferencia de las cajas fuertes, son fáciles de abrir por un ladrón en caso de que este se dé cuenta del verdadero propósito del objeto.