Javier Milei encabezó este jueves su última cumbre del Mercosur como presidente pro-témpore del organismo regional, con sede en el Palacio San Martín, donde hizo el traspaso de la titularidad al mandatario brasilero, Lula da Silva, con quien el jefe de Estado argentino mantiene una tensa relación hace tiempo, que se vio reflejada durante el encuentro.
Lula fue el último mandatario en llegar al Palacio San Martín, acompañado por su canciller, Mauro Vieira. El ministro de Relaciones Exteriores argentino, Gerardo Werthein, se acercó a buscarlo tras una demora en la entrada y lo acompañó hasta donde lo esperaba Javier Milei, quien lo recibió con un gesto seco, a diferencia del resto de los jefes de Estado, que consiguieron una sonrisa.
Bien marcada fue la diferencia, por ejemplo, con el saludo al presidente paraguayo, Santiago Peña, a quien Milei recibió entre risas, producto de una broma entre ambos, y un cálido abrazo de bienvenida.
Mientras se tomaban las fotos protocolares, Milei le hizo un comentario inaudible a Lula, que el brasilero respondió solamente con un gesto y levantó las manos, tal como se pudo ver en la transmisión oficial de la Cumbre Mercosur.
El mandatario brasilero aprovechó su discurso para diferenciarse de la postura que había planteado Javier Milei durante la apertura de la Cumbre y destacó el rol del Mercosur en un mundo “que se muestra inestable y amenazador”.
“A lo margo de más de 3 décadas hemos levantado una casa con cimientos sólidos, capaz de resistir la fuerza de las inclemencias del tiempo. Logramos crear una red de acuerdos que se extendió a los estados asociados. Toda Sudamérica se ha convertido en una área de libre comercio basada en reglas claras y equilibradas”, indicó Lula, en contraste con el discurso de Javier Milei, quien durante su turno había pedido que se deje de “pensar al Mercosur como un escudo que nos proteja del mundo” y llamó a “emprender el camino de la libertad”.
“Emprenderemos el camino de la libertad acompañados o solos porque Argentina no puede esperar, necesitamos más comercio, más actividad económica, más inversión y más trabajo, de manera urgente, por eso necesitamos más libertad de manera urgente”, sentenció el libertario, mientras que Lula marcó: “Estar en el Mercosur nos protege, nuestro arancel externo común nos blinda de guerras comerciales ajenas, la robustez de nuestra institucionalidad nos acredita ante el mundo como socios confiables”.
“No es casualidad que un número cada vez mayor de países estén interesados en acercarse a nosotros”, aseguró el brasilero y también se tomó un momento durante su discurso para recordar al Papa Francisco, que no fue mencionado por Milei.
Hacia el cierre del encuentro, Milei hizo el traspaso del martillo que simboliza el paso del mando del Mercosur a Lula, momento que generó un abrazo incómodo entre ambos mandatarios.
En lo que resta de la jornada, el presidente argentino mantendrá reuniones bilaterales con los mandatarios de Uruguay, Yamandú Orsi, y de Panamá, José Raúl Mulino.
Lula, por su parte, no tuvo un encuentro privado con Milei sino se fue a visitar a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien lo recibió pasado el mediodía en su departamento en Constitución donde cumple prisión domiciliaria.