En Top Gun, Val Kilmer -en su papel de Tom “Iceman” Kazansky– entablaba una rivalidad acérrima con Tom Cruise Pete Mitchell.

Además, ambos estaban en el podio de los sex symbol. En ese pedestal, Kilmer se destacaba por los ojos rasgados y de mirada profunda, el pelo rubio y los rasgos armoniosos.

Llegaron después, recopila la nota de Cine 54, sus personajes destacados como Jim Morrison en la película The Doors y Batman en Batman Forever.

Sus cachets llegaron hasta 10 millones de dólares, según el sitio especializado iMDB, y parecían seguir en ascenso.

Sin embargo, no siempre su suerte fue igual. Sus malas decisiones marcaron el rumbo de los siguientes años de carrera. Rechazó una oferta de David Lynch, el papel de Patrick Swayze en Dirty Dancing y no quiso repetir su incursión como Batman.

Desde entonces comenzó a verse en papeles secundarios de títulos que quedaron en el montón.

A la par, se extendió su fama por el carácter difícil y sus actitudes arrogantes.

La nota de Cine 54 cuenta que en 2015 comenzaron a circular rumores que aseguraban que se encontraba atravezando un diagnóstico de cáncer.

Un tiempo después Michael Douglas dijo que Kilmer padecía “lo mismo que había tenido él”: un tumor en la garganta.

Kilmer lo negó rotundamente y Douglas tuvo que salir a pedir disculpas.

Dos años después confirmó en The Hollywood Reporter que había pasado dos años en un tratamiento por un cáncer de garganta, que incluyó serias operaciones, sesiones de quimioterapia y demás.

Luego, en 2020, más allá de dejarse ver con sus notorios cambios físicos, dio la buena noticia en Newsweek de estar libre de la enfermedad. En esa misma nota, habló sobre la secuela que lo obliga a alimentarse con un tubo conectado al estómago.

Sobre la pérdida de la voz, una herramienta fundamental para el trabajo de actor, expresó en un Good Morning America: “Estoy muy bien, me siento mucho mejor de lo que sueno”, dijo sin perder en ningún momento la sonrisa.

“Tienes que encontrar una forma de comunicarte que no es diferente a cualquier otro desafío en actuación, pero es solo un conjunto de circunstancias muy singular”, agregó.

En 2022, para Top Gun: Maverick, tuvo otro gran desafío: hablar a través de un software que utiliza Inteligencia Artificial. La empresa a cargo explicó probaron más de 40 voces hasta dar con la de mejor calidad y expresión.

En el libro de memorias que publicó en 2022, I’m Your Huckleberry -algo así como “Yo soy a quien buscás-, reflexionó sobre esta etapa con valentía y sinceridad: “La vida me despojó de muchas cosas, pero también me dio una nueva perspectiva. Aprendí a apreciar lo que tengo en lugar de lamentar lo que perdí”.

A sus 65 años y con los cambios de vida y físicos rotundos, sigue buscando su camino.



Fuente Clarin.com

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