Tener el cartel de “auto más barato del mercado” implica que mucha gente lo va a tener como opción al momento de comprar un 0 km. Esa es la condición con la que regresó a la Argentina el Renault Kwid, un modelo que ya estuvo en una situación similar y demostró que le fue muy bien en el pasado.
Importado de Brasil, el Kwid fue uno de los modelos más vendidos del país entre 2017 y hasta que fue discontinuado en octubre de 2021, debido a los problemas de disponibilidad generados por la restricción a las importaciones. En esa etapa se vendieron más de 45 mil unidades.
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Así es el Renault Kwid 2025, el auto más barato del país
La vuelta del Renault Kwid le permitirá darle presencia a la marca en el desmantelado segmento de los autos citadinos, que hasta hace unos años estuvo integrado por Fiat Mobi (único sobreviviente), Ford Ka, Nissan March, Toyota Etios y Volkswagen up!.
Durante su ausencia en el país, el Kwid se renovó y cambió un poco su aspecto y mejoró su equipamiento. Un primer acercamiento fue el lanzamiento del Kwid E-Tech, la versión eléctrica que adelantaba esos cambios.
Y entre las incorporaciones más destacadas aparece el control electrónico de estabilidad, obligatorio desde 2022, que atañe a uno de los ítems que en un momento fue cuestionado de este modelo: la seguridad.
Rediseñado y con más equipamiento

Antes de la llegada del Kwid, en 2017, generaba algunas dudas el apartado seguridad, ya que hasta ese momento los resultados de las pruebas de choque realizadas hasta entonces sobre el modelo que se fabricaba en la India habían sido desastrosos. Para su producción en Brasil, la marca aseguró haber hecho grandes modificaciones: un 80% de piezas nuevas desarrolladas especialmente para la región y otros refuerzos estructurales.
Las pruebas de choque que se hicieron sobre ese modelo regional no llegaron a las 5 estrellas (calificación máxima otorgada por LatinNCAP, entidad que evalúa la protección de los vehículos vendidos en la región), pero alcanzó las 3 estrellas.
Los cambios más notorios en la nueva estética del Kwid están en el frente, donde luce nuevos faros (divididos en dos grupos), parrilla y paragolpes. El resto conserva esa silueta atractiva que, sin ser un SUV, utiliza algunos recursos para generar una idea similar: los plásticos negros que cubren los guardabarros o las bandas del mismo color que atraviesan las puertas de cada lado cumplen esa misión. Ahora el techo y los parantes también vienen pintados de negro.

Por dentro hay algunos cambios respecto de la versión que se conoció acá. El primero y más notorio es el tablero de instrumentos, que ahora es digital. Pero no se trata de una pantalla con gráficos modernos y configurables; en cambio, hay un display central monocromático para el velocímetro e información de la computadora de a bordo, y un diseño de pequeños paneles que se van iluminando para el cuentavueltas y los indicadores de temperatura y nivel de combustible en depósito.
El tapizado también es nuevo, con costuras y bordados que le dan un toque de diseño, y la central multimedia es un poco más grande (8″). Ahora el puerto USB (2.0) está en la parte baja de la consola central y no junto a la pantalla, lo que emprolija la conectividad.
El espacio que ofrece es el que se espera en un modelo de un poco más de 3,6 metros de largo: no sobra lugar pero hay que destacar que un conductor de 1,85 metros lo puede usar sin problemas. Eso sí, dos adultos ya son multitud en las plazas traseras, especialmente por el espacio para piernas.

La capacidad del baúl es correcta e incluye rueda de auxilio del mismo tamaño que las “titulares”, solo que con llanta de chapa. Por cierto, el diseño de las llantas diamantadas bitono también es nuevo.
Mecánicamente no hay cambios respecto del modelo que se conoció acá. Conserva el motor 1.0 litro de 66 caballos de fuerza y 93 Nm de torque. Si bien se trata de una configuración muy usada ahora, de baja cilindrada y 3 cilindros, no cuenta con sobre alimentación, por que hay que llevarlo al motor arriba de las 2.500/3.000 rpm para tener una respuesta rápida.
Entendiendo eso, se muestra con mucha agilidad en el tránsito urbano y se disfruta mucho manejarlo en ese ámbito gracias a su capacidad de maniobra. Acompaña bien la caja de cambios, con una selectora que se mueve limpiamente aunque con recorridos largos.

Las suspensiones blandas y el despeje alto del suelo favorecen también para no penar al pasar por empedrados o superficies desprolijas, a pesar de la pobre insonorización que sí deja filtrar todo tipo de ruido.
Como contrapartida, en ruta muestra marcadas inclinaciones de carrocería al doblar en curvas cerradas pero sin comprometer la trayectoria. Y los ruidos también se manifiestan: a 100 km/h el motor trabaja a 3.200 rpm y a 120 km/h sube hasta las 4.000 rpm.
Un detalle que habíamos advertido en 2017 y no notamos ahora era una vibración general que transmitía durante una frenada intensa, que no comprometía una detención óptima pero era molesta. Esa sensación desapareció en este nuevo modelo.

Su precio de $ 18.260.000 lo convierte en el auto 0 km más barato del mercado, más incluso que el Fiat Mobi ($ 19.373.000). Y si bien es cierto que hay 4 millones frente a modelos más grandes como un Hyundai HB20 o un Toyota Yaris, esa puede ser la diferencia entre comprar un 0 km o no. El Kwid cumple con su rol de auto más económico sin pretensiones y de manera efectiva.
Precio
Iconic Bitono $ 18.260.000

Ficha técnica
Distancia entre ejes 2.423 mm
Tanque de combustible 38 litros
Potencia 66 CV a 5.500 rpm
Transmisión Manual, 5 velocidades
Aceleración 0-100 km/h 14,5 segundos
Velocidad máxima 150 km/h
Consumo promedio 7 L/100 km
Equipamiento principal

Control de estabilidad (ESP)
Airbags laterales delanteros
Asistente de arranque en pendiente
Monitoreo presión de neumáticos
Bloqueo automático de puertas
Central multimedia de 8”
Apple CarPlay y Android Auto
Apertura eléctrica de baúl
Retrovisores con ajuste eléctrico
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