El sueño cumple una función esencial en la recuperación de las neuronas y células del cuerpo. Cuando el organismo presenta un desequilibrio, una persona puede sentirse somnolienta durante el día y no lograr dormir bien por la noche.
Existen distintos trastornos vinculados al sueño. Uno de los más comunes es el insomnio, que impide conciliar el sueño o permanecer dormido. Otro es la apnea del sueño, un trastorno que interrumpe la respiración al dormir. Estos problemas suelen causar somnolencia excesiva diurna, según el sitio estadounidense Healthline.
La somnolencia excesiva diurna (SED), también llamada hipersomnia, es una de las principales causas de consulta en clínicas del sueño. Se asocia con mayor riesgo de accidentes viales, baja productividad y enfermedades crónicas, según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos.
De acuerdo con Medline Plus, la somnolencia se manifiesta como una necesidad anormal de dormir durante el día. Algunas personas se duermen sin querer o en momentos que representan un riesgo para la seguridad, incluso si durmieron lo suficiente la noche anterior.
Las personas con hipersomnia pueden dormir más de diez horas por noche y aun así sentirse cansadas durante el día.
Los adolescentes y los adultos mayores son más propensos a experimentar somnolencia diurna frecuente, según la Fundación Nacional del Sueño. Sin embargo, este problema se puede tratar con acompañamiento médico.
“La somnolencia diurna puede indicar condiciones médicas subyacentes, desequilibrios hormonales o deficiencias nutricionales“, explicó el Instituto de Investigaciones del Sueño. Según el Instituto del Sueño de España, quienes presentan este síntoma se agrupan en dos grandes categorías:
Las causas principales de la SED son los trastornos del sueño, como el insomnio o las apneas, pero también influyen hábitos poco saludables que generan un descanso insuficiente. Además, otras causas incluyen la anemia, el hipotiroidismo o efectos secundarios de ciertos medicamentos. En casos menos frecuentes, puede tratarse de narcolepsia, según explicó Joaquín Diez, especialista en psiquiatría y medicina del sueño, miembro de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño.
El tratamiento de la hipersomnia depende de la causa que la origina. Si se trata de hipersomnia primaria, los médicos pueden recetar medicamentos estimulantes o moduladores del sueño para ayudar a que la persona se mantenga despierta durante el día, según el Instituto del Sueño de España. Sin embargo, resulta clave adoptar buenos hábitos de descanso, como establecer una rutina nocturna o evitar el uso de pantallas antes de dormir.
En el caso de la hipersomnia secundaria, es necesario tratar la enfermedad o el trastorno de base, ya que así suelen mejorar los síntomas de somnolencia y fatiga. En algunos casos, se recurre a medicamentos que favorecen la alerta y mejoran la calidad de vida mientras se aborda el problema principal.