Homo Sapiens, la especie de Homo a la que pertenecemos todos nosotros, tuvo sus primeros representantes en África, hace aproximadamente entre 200.000 y 300.000 años.

Los neandertales, otra clase de hombres, surgieron en esa misma época, pero en el territorio que hoy pertenece al continente europeo.

Históricamente, se creyó que los hombres de ambos tipos de Homos eran rivales y que el sapiens, a pesar de ser más pequeño físicamente, logró sobrevivir gracias a su capacidad de comunicación, mientras que la especie neandertal se extinguió con el paso del tiempo.

Sin embargo, una flamante investigación llevada a cabo en la cueva de Tinshemet por parte de la Universidad de Tel Aviv y la Universidad Hebrea de Jerusalén pone en tela de juicio esta creencia.

Convivencia en el Levante

Antes de los recientes descubrimientos, algunos licenciados en Paleontología ya hablaban de la convivencia entre neandertales y sapiens. Las hipótesis que se barajaban iban desde breves períodos de coexistencia sin interacción hasta la posibilidad de que hayan convivido en estrecha relación.

Exhibición del Museo del Hombre en Francia sobre los neandertales.Exhibición del Museo del Hombre en Francia sobre los neandertales.

Un estudio realizado en 2022 sobre los restos humanos encontrados en Qafzeh y Skhul, dos yacimientos arqueológicos ubicados en el norte de Israel, había arrojado una prueba contundente al debate, ya que concluyó que los huesos tenían una morfología correspondiente a una población híbrida, lo que indicaría que los distintos tipos de Homos se reprodujeron entre sí.

Pero la reciente investigación en la cueva de Tinshemet, ubicada en el yacimiento de Nesher Ramla, en el centro de Israel, arrojó resultados inéditos para la discusión.

Según Nature Human Behaviour, la revista especializada que recogió el informe del estudio, durante las excavaciones en la cueva y sus alrededores, se hallaron restos de Homo que presentan una combinación de características de neandertal y Homo arcaico, y que a la vez datan del mismo período cronológico que los fósiles de sapiens encontrados en otras cuevas de Israel. Esto no dejaría dudas: los 3 tipos de humanos convivieron en la región del Levante.

Costumbres en común: entierros y tallado

Otro de los hallazgos sorprendentes de la exploración de Tinshemet fueron los restos humanos encogidos y con restos de ocre a su alrededor.

Los huesos de cada uno de los cuerpos encontrados recreaban la postura fetal del humano, por lo que se cree que era común enterrar a los fallecidos de esa forma.

El ocre, en tanto, se estima que era utilizado para pigmentar los cadáveres y así facilitar su identificación.

Reconstrucción de dos personas neandertales. Foto: Bing, Rodrigo AyalaReconstrucción de dos personas neandertales. Foto: Bing, Rodrigo Ayala

Asimismo, durante la exploración, llamó la atención un conjunto de piedras talladas de manera muy similar.

En otras cuevas del país también se han encontrado restos humanos en posición fetal y rodeados de ocre y rocas que tienen un corte muy parecido al de las de Tinshemet.

Por tanto, la hipótesis ya no es la de convivencia entre los distintos tipos humanos, sino aquella que sostiene que estos forjaron estrecha relación, al punto de llegar a desarrollar costumbres en común, como enterrar a las personas de determinada manera y pintarlas con ocre o tallar las rocas con un mismo estilo.



Fuente Clarin.com

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