Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el consumo excesivo de alimentos azucarados durante el embarazo puede provocar diabetes y generar complicaciones tanto para la madre como para el bebé.
Sin embargo, existe una golosina que ofrece beneficios para la salud de las embarazadas: el chocolate negro. Este alimento puede tener varios efectos positivos en la salud. De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Laval demostró que consumirlo en pequeñas cantidades diariamente durante el embarazo tiene múltiples ventajas.
Ventajas de consumir chocolate durante el embarazo
El Dr. Emmanuel Bujold, de la Universidad Laval de Ciudad de Quebec en Canadá, explica que el consumo moderado de chocolate durante el embarazo podría “tener un impacto positivo en la placenta y en el crecimiento y desarrollo fetal”.

Estos beneficios están asociados al flavonol del chocolate, un flavonoide antioxidante que protege las células de crecimiento durante la etapa fetal.
Además, la investigación demostró que comer chocolate durante el embarazo podría reducir el riesgo de preeclampsia, una condición en la que el suministro de sangre al feto se ve reducido debido a la presión arterial alta de la madre.
¿Qué cantidad de chocolate puede comer una embarazada?
La dosis recomendada de chocolate para las mujeres embarazadas es de 30 g diarios. Si bien esta golosina no es parte de la lista de alimentos no recomendados, se les aconseja no excederse de esta cantidad debido a su contenido de grasa, azúcar y cafeína.

En este sentido, cabe señalar que aunque es posible comer chocolate durante el embarazo, es fundamental prestar atención a las cantidades.
Reproducción Asistida ORG, medio especializado en el embarazo, resalta que a si se consume en exceso, puede producirse un aumento exagerado del peso. Además, el chocolate contiene cafeína, por lo que aumentaría el riesgo de parto prematuro. Del mismo modo, si se elige uno demasiado amargo, la embarazada podría tener acidez estomacal.
Beneficios del consumo de chocolate en la infancia
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda que los niños menores de dos años no consuman chocolate ni otros alimentos o bebidas con azúcar agregada. Luego de esa edad, se debe optar por chocolate amargo, con menos azúcar y más cacao, en pequeñas cantidades.

Según el Centro de Investigación de Fisiología Nutricional de la Universidad del Sur de Australia, el chocolate estimula la liberación de feniletilamina, una endorfina que promueve la sensación de felicidad y bienestar en los niños.
Además, asegura que el consumo de esta golosina al menos una vez a la semana puede mejorar la concentración y la memoria, tanto a corto como a largo plazo, gracias a su alto contenido de flavonol, que mejora el flujo sanguíneo al cerebro y estimula la conectividad neuronal.
Por su parte, el Congreso Anual de la Asociación de Dentistas Americanos asegura que el chocolate sin azúcar añadido, especialmente el cacao puro, puede ayudar a fortalecer los dientes. La teobromina, un componente del chocolate, puede endurecer el esmalte dental y prevenir las caries debido a sus propiedades antibacterianas.