Pamela Anderson apareció en la alfombra roja de los SAG Awards sin maquillaje y luciendo un sencillo vestido y dejó en claro que a partir de The Last Showgirl podría comenzar una nueva faceta en su carrera más ligada a las producciones audiovisuales con aspiraciones a grandes premios.
Eso es porque en The Last Showgirl, la última película que la tiene como protagonista, interpreta a una bailarina de 50 años que se replantea su carrera después del cierre de su compañía de baile. Un relato que hace referencia a la propia carrera de la actriz de Baywatch: Guardianes de la bahía, en 1989.
Desde ese año, Anderson basó su carrera en apariciones esporádicas en películas de bajo presupuesto y en protagónicos clase B para las grandes masas, la mayoría de ellos cuyas historias giran en torno a la sexy figura de la actriz.
Hoy, con 57 años, recibió sus primeras nominaciones en premiaciones más serias, como los SAG Awards (reconocen a los mejores actores de la industria en la temporada), los Globos de Oro o los Gotham.
Aunque en los SAG del fin de semana pasado perdió contra Demi Moore -la gran candidata a llevarse el Oscar por su rol en La sustancia- su mera aparición en la lista de nominadas a Mejor actriz principal de 2024 es el puntapié inicial del relanzamiento de su carrera.
The Last Showgirl, dirigida por Gia Coppola, la nieta de Francis Ford, le abrió puertas para seguir participando en películas independientes o de estudio alternativas.
En los próximos meses se la verá en una remake de La pistola desnuda protagonizada por Liam Neeson y en lo nuevo del director brasileño ganador en Cannes, Karim Aïnouz.
La película Cónclave, sobre la junta de cardenales que se reúne para elegir al nuevo papa, sorprendió el domingo al hacerse con el principal premio en los galardones del Sindicato de Actores (SAG) de Hollywood.
El resultado de esta gala pone su granito de arena al ambiente de incertidumbre que caracteriza esta temporada de premios que verá su final el próximo 2 de marzo cuando se entreguen los Óscar.
Timothée Chalamet impactó al ganar el premio a mejor actor por su trabajo en Un completo desconocido, en donde encarnó a la leyenda musical Bob Dylan. Moore recibió el galardón de mejor actriz, Zoe Saldaña, el de mejor actriz de reparto por Emilia Perez y Kieran Culkin, el mismo reconocimiento en la categoría masculina por su trabajo en Un dolor real.