El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona ya tuvo su primer escándalo. Antes de empezar, Verónica Ojeda, ex pareja del fallecido astro del fútbol, increpó a la psiquiatra Agustina Cosachov, una de las siete profesionales de la salud que estarán en el banquillo, y le gritó: “¡Asesina, vení a dar la cara!“.
El encontronazo fue subiendo las escaleras, en dirección a la sala del primer piso donde se desarrollarán, en principio hasta julio, las audiencias.
Cosachov no respondió y el abogado Mario Baudry, pareja de Ojeda, intervino para que la mujer no quedara cara a cara con la acusada.
“El que no quiere a Maradona no quiere a su mamá“, fue el canto que resonó frente a los Tribunales de San Isidro, sobre la calle Ituzaingó 340. Un grupo de hinchas de la agrupación “Justicia por Dios” llegaron temprano para estar presente en la primera jornada del juicio.

Pasaron 1.548 días desde aquel 25 de noviembre de 2020, cuando la noticia de la muerte del ex capitán de la selección argentina campeona del mundo en México 1986 impactó al mundo.
Desde temprano los móviles de televisión, fotógrafos y cronistas se agolparon a la espera del inicio de la primera audiencia. Los “maradoneanos” también se hicieron presentes.
“Asesina, no nos vamos a olvidar de vos”, le gritaron a Cosachov (40), cuando llegó junto a su abogado Vadim Mischanchuk. La médica ingresó sin dar declaraciones.

Detrás de ella llegó otro de los principales imputados, el neurocirujano Leopoldo Luque (44). Con el aspecto notablemente cambiado, el médico que trató a Maradona en el último tiempo de vida se convirtió en fisicoculturista. Pasó casi inadvertido entre los periodistas.
Verónica Ojeda, mamá de Dieguito Fernando Maradona, llegó con una remera con la cara del astro. Lloró y fue abrazada por Baudry.
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Verónica Ojeda en el juicio por la muerte de Diego Maradona
También asistieron las hijas del ex capitán. Primero Jana. Y luego Dalma y Gianinna, quien estaba acompañado por el ex futbolista Daniel Osvaldo. Como Verónica Ojeda, estallaron en llanto.
El apoyo de los maradoneanos
Un grupo de casi 20 personas llegó desde distintos puntos de la provincia de Buenos Aires y de Rosario para brindar apoyo a la familia de Maradona.
“Vengo por Maradona y por las pibas Dalma y Gianinna. Nosotros amamos a Maradona, venimos por el amor al Diego”, dijo a Clarín Gustavo (30), quien llegó desde Rosario y vestía la 10 que usó Maradona en su paso por Newells Old Boys.


Miembros de la agrupación “Justicia por Dios”, vestidos con las camisetas de Boca Juniors, Newells y Napoli -entre otros equipos en los que jugó Maradona-, llenaron de color la entrada de cada uno de los abogados e imputados.
El juicio
En este juicio serán juzgados, además de Luque y Cosachov, el psicólogo Carlos Ángel Díaz; Nancy Edith Forlini, coordinadora de la prestadora médica contratada; Mariano Ariel Perroni, coordinador de Medidom S.R.L.; Ricardo Omar Almirón, enfermero; y el médico clínico designado para la internación domiciliaria), Pedro Pablo Di Spagna.

La enfermera Gisela Dahiana Madrid, representada por el abogado Rodolfo Baqué, será sometida a un juicio por jurado tal como lo había solicitado su defensa y de acuerdo a lo autorizado por el tribunal.
Maradona (60) había sido internado en una clínica de La Plata el 2 de noviembre de 2020. Presentaba un cuadro de anemia y deshidratación. Un día después, fue trasladado a la Clínica Olivos, donde fue operado de un hematoma subdural.


El 11 de noviembre de ese año recibió el alta hospitalaria y se trasladó a una casa en el barrio privado San Andrés, en Tigre. Según informaban, en este lugar tendría la supervisión de un equipo de profesionales de la salud para monitorear su estado de salud.
El “10” murió el 25 de noviembre de 2020, por una descompensación cardíaca.
Los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra establecieron que el equipo médico fue “deficiente”, “temerario” e “indiferente” en su accionar, ya que “no hizo nada” para evitar su muerte.
Los profesionales de la salud están acusados de “homicidio simple con dolo eventual“, cuya pena prevista es de 8 a 25 años de cárcel.