La LXVI reunión del Consejo del Mercado Común comenzó este miércoles en el Palacio San Martín y terminará el jueves con la cumbre de Presidentes del Mercosur en la que Javier Milei traspasará el mandato pro témpore a su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

Con pocas novedades en el frente político, donde los presidentes de los socios mayores no tienen relación, y con la confirmación judicial para que Lula visite a Cristina Kirchner en su prisión domiciliaria, la gran novedad es que el Gobierno libertario consiguió que los brasileños le concedan el apoyo para que Argentina pueda darle a Estados Unidos 50 excepciones al Arancel Externo Común del bloque.

Concretamente, de acuerdo a fuentes uruguayas, y al borrador que el gobierno de Yamandú Orsi también revisó, los países miembros del bloque -donde importaba sobre todo la voz de Brasil- habilitaron 50 nuevos códigos NCM con preferencias arancelarias en el Mercosur.

La Nomenclatura Común del Mercosur (NCM) es el sistema de clasificación de mercancías que usan todos los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) para describir e identificar productos en el comercio internacional. Y es el mecanismo que Argentina pidió para poder otorgar beneficios a EE.UU., ante la falta de avances en el TLC que Milei quería firmar con Donald Trump y anunció en la apertura de sesiones del Congreso el pasado 1 de marzo.

Como el propio Trump no da señales de un interés específico en lo que busca Milei, el canciller Gerardo Werthein y el embajador Luis María Kreckler viajaron reiteradamente a Washington a reunirse con funcionarios y solicitar acuerdos especiales de reciprocidad, que todavía se negocian.

Estados Unidos está pidiendo numerosos cambios en la legislación local en otra materia, como la ley de propiedad intelectual y la cuestión de los laboratorios, que son asuntos sensibles para el ministro Werthein. Al mismo tiempo, también reclaman en Washington leyes contra la piratería y cuestionan la relación con China para avanzar en un vínculo económico mayor.

Mientras tanto, el Gobierno volvió al origen en el Mercosur y en abril solicitó rebaja de aranceles que Brasil estudió y aceptó. En paralelo también se trabajan en esta cumbre acuerdos con la región del EFTA y Unión Europea. El lunes se eligió al diputado Eduardo Valés (Unión por la Patria) presidente de la Comisión del Mercosur en la Cámara de Diputados, y trascendió que el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Fernando Iglesias (PRO aliado a LLA) es visto por Milei como un potencial embajador argentino ante la UE.

Por el principio de “nación más favorecida”, las preferencias arancelarias concedidas al pedido argentino por sus socios no se limitan a Estados Unidos y se extenderán automáticamente a todos los países miembros de la OMC.

Normalmente, estas decisiones se firman en la Cumbre de Presidentes, que se hará este jueves en Buenos Aires. Pero según supo Clarín de distintas delegaciones -la de Argentina no habla- como hubo acuerdo en la última reunión del GMC, se usó la vía de excepción que permite firmar los embajadores ante ALADI y MERCOSUR.

Brasil fue clave en la negociación, y terminó accediendo. Fue difícil convencer a la CAMEX (Cámara de Comercio Exterior brasileña).

A cambio, Brasil logró avances en otros temas, aunque no vinculados directamente a la LNE (lista nacional de exportaciones).

Por ejemplo, se acordó que un brasileño asuma como Coordinador de la Unidad Técnica del FOCEM, el fondo estructural del bloque.

Brasil también impuso condiciones: por un lado, que se limiten las reducciones arancelarias a productos que no superen el 20% del total exportado al socio que los incluya. Y que se evite la concentración excesiva en un solo capítulo arancelario (tope del 30%).

El texto original de Argentina, Uruguay y Paraguay buscaba ampliar las preferencias sin esas restricciones.

Finalmente, Brasil logró incluir sus condiciones y el Mercosur avanza en una flexibilización arancelaria que puede beneficiar a EE.UU. y a todos los socios comerciales.

Clarín no pudo obtener aún la lista de productos que están en las rebajas arancelarias, aunque tampoco eso está definido aún porque lo que se acordó es la parte política en el sentido de que se aceptan las rebajas, pero no se definieron cuáles.



Fuente Clarin.com

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