Las fuertes lluvias arreciaron en la madrugada del sábado la ciudad de Comodoro Rivadavia, en Chubut, pero aún se lucha contra el agua y sus consecuencias: calles anegadas, barrios enteros inundados y hasta el hospital regional de la localidad con daños en su sala de parto. La municipalidad decidió suspender durante varias horas el transporte público en determinadas zonas por los daños causados por el temporal.
Una vez más, como en el caso de Bahía Blanca, las condiciones climáticas exceden lo pronosticado. La alerta amarilla que regía para Comodoro Rivadavia y sus zonas cercanas, en la costa de Chubut, marcaba la posibilidad de tormentas y ráfagas fuertes para la noche del viernes y la madrugada del sábado.
Pero lo que sucedió fue mucho peor: la tormenta que comenzó sobre las tres de la madrugada y se prolongó durante algunas horas provocó inundaciones en distintas zonas de la ciudad, y varias de ellas quedaron inundadas. La ciudad chubutense despertó convulsionada.
Casas afectadas, autos a la deriva o apilados, calles totalmente inundadas y con corrientes fuertes, similares a las de un arroyo. Además, fuertes vientos de más de 60 kilómetros que dañaron otra infraestructura terminaron de dar forma a un panorama caótico. El Hospital Regional Manuel Sanguinetti resultó dañado por el temporal, en especial su sala de parto, que cedió y se desplomó ante las filtraciones, según el diario local El Patagónico.
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Temporal y calles como ríos en Comodoro Rivadavia
Varios barrios de la ciudad, como San Cayetano, Moure o Isidro Quiroga tuvieron que ser intervenidos por Defensa Civil para brindar socorro a los vecinos debido al desborde de un canal que encauza al río de la Quinta, el cual llega a la ciudad desde el oeste. El tránsito en esas zonas como en otras más céntricas debió ser interrumpido por agentes de tránsito debido a la cantidad de agua acumulada y la fuerza con la que corría.
Los propios vecinos de Comodoro Rivadavia filmaron la situación de gravedad del temporal: calles llenas de agua, con hasta un metro de alto, que fluyen con fuerza en pendiente hacia la zona de la ciudad que es costera con el Mar Argentino; o veredas cuyas escaleras se convirtieron en auténticas cascadas. Los autos quedaron retratados sepultados en distintas medidas bajo la correntada, y varios negocios quedaron afectados por la crecida.
El secretario de Control Urbano y Operativo de la ciudad, Ricardo Gaitán, explicó que en sólo 45 minutos en la madrugada cayeron más de 12 milímetros de agua. “Fue una lluvia muy atípica y complicó algunos sectores y a algunas viviendas”. “Estamos distribuyendo nylon a través de las vecinales y en la sede de Defensa Civil”, dijo Gaitán en la mañana del sábado.
Horas más tarde, sobre las 15, cuando bajaba paulatinamente el nivel de las inundaciones aunque no paró nunca de llover, su área habilitó el restablecimiento el servicio de transporte público en toda la ciudad.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantiene la alerta amarilla hasta la noche de este sábado por la posibilidad de fuertes tormentas con caída de hasta 30 milímetros más de agua y ráfagas de viento de hasta 65 kilómetros por hora.