Carlos Alcaraz no detiene su marcha en Wimbledon. El bicampeón defensor y número dos del mundo se clasificó para los octavos de final tras superar este viernes en cuatro sets ante el alemán Jan-Lennard Struff (125º). Como ya le ocurriera en varias ocasiones en su camino al título en la reciente conquista de Roland Garros, el español tuvo algunos bajones durante el duelo y tuvo que esforzarse para terminar sacando adelante el partido por 6-1, 3-6, 6-3 y 6-4, en 2 horas y 27 minutos.
“Sabía que iba a ser muy difícil, que tenía que estar muy concentrado. Ha sido estresante. Siendo sincero, he sufrido en cada juego hoy con mi servicio”, admitió Alcaraz al término del juego. No fue en cualquier caso una situación tan delicada como la que vivió el lunes en la primera ronda, donde necesitó cinco sets para vencer al italiano Fabio Fognini. En octavos, se medirá al ruso Andrey Rublev (14°), a quien venció en dos de sus tres enfrentamientos anteriores, aunque será el primero sobre césped.
Después de sus títulos en Roland Garros y Queen’s, Alcaraz prolonga su racha victoriosa y ya son 21 los partidos seguidos ganados en su cuenta particular. No pierde desde la final del ATP 500 de Barcelona, cuando sucumbió ante el danés Holger Rune, el pasado 20 de abril.
Después de haber salvado dos bolas de break en el inicio del partido, el murciano se llevó cinco juegos seguidos para apuntarse el primer set por un inapelable 6-1 en 27 minutos. A pesar de un rotura de servicio rápida en el segundo capítulo, Alcaraz bajó su inspiración y Struff equilibró el partido.
Fiel a su costumbre, reaccionó con rabia después de la pérdida de un set y conquistó el siguiente con buenas sensaciones. Más problemas le dio el cuarto capítulo, donde hubo gran igualdad hasta el 4-4. Alcaraz consiguió ahí un break que le permitió luego ganar el partido con su saque.
En caso de conseguir un tercer título seguido en Wimbledon, Alcaraz se convertiría, pese a su juventud (22 años), en el quinto jugador en lograr una racha así en este emblemático torneo, después de Bjorn Borg, Roger Federer, Pete Sampras y Novak Djokovic. El serbio fue su víctima en las finales de los dos años anteriores en el All England Club.
El chileno Nicolás Jarry mantiene su idilio con Wimbledon y superó a una de las grandes promesas del circuito, el brasileño Joao Fonseca, por 6-3, 6-4, 3-6 y 7-6 (4) para alcanzar los octavos de final por primera vez en su carrera. Jarry, cuyo tope en el All England Club era la tercera ronda de 2023, se tambaleó un poco después de llevarse los tres primeros sets y se temió una remontada inédita de Fonseca cuando este dispuso de seis bolas de ‘break’ en el cuarto set.
Incapaz de romper el saque de un Jarry que conectó 24 saques directos, Fonseca notó el desgaste con varios peticiones de fisio, especialmente por problemas en la espalda tras una caída al césped.
La fe de Jarry, que no quería un quinto set contra el efervescente brasileño, siempre bien acompañado en la grada, le hizo remontar un 2-4 en el ‘tie break’, llevándose los últimos cinco puntos y cerrando el acceso a los octavos de final, una clasificación que viene con premio.
Porque además de las 240.000 libras (280.000 euros) que se embolsará, esta victoria le permite saltar 48 puestos en el ranking y le devuelve el privilegio de estar entre los 100 mejores del mundo. Una posición que perdió en mayo al no defender las semifinales del Masters 1000 de Roma en 2024. El chileno se enfrentará ahora al británico Cameron Norrie, semifinalista aquí en 2021 y que derrotó al italiano Mattia Bellucci en tres sets.
También avanzó a octavos de final, el estadounidense Taylor Fritz (5° favorito), quien superó al español Alejandro Davidovich Fokina por 6-4, 6-3, 6-7 (5-7) y 6-1 y el domingo se topará con el australiano Jordan Thompson, verdugo del italiano Luciano Darderi por 6-4, 6-4, 3-6 y 6-3. Lo mismo consiguió el ruso Karen Khachanov, quien despachó al portugués Nuno Borges por 7-6 (8-6), 4-6, 4-6, 6-3 y 7-6 (10-8) y por un lugar en cuartos de final se verá las caras con el sorprendente polaco Kamil Majchrzak (109° del mundo), verdugo del francés Arthur Rinderknech por 6-3, 7-6 (7-4) y 7-6 (8-6).