Agua, víveres, medicinas, baterías para poder quedarse en casa tres días sin salir. La Comisión Europea elabora un plan para que los hogares europeos cuenten con provisiones para resistir, al menos durante las primeras 72 horas, una posible catástrofe climática. O bélica.
Esta preparación civil ante un eventual ataque involucra a los más de 448 millones de personas que viven en alguno de los países que integran la Unión Europea (UE). Representan el 5,6 por ciento de la población mundial.
“En un contexto de aumento de los riesgos naturales y antropogénicos, y de deterioro de las perspectivas de seguridad para Europa, es urgente que la UE y sus estados miembros refuercen su preparación”, subraya el borrador de la Estrategia de Preparación de la Unión que en España adelantó este martes el diario El País.
“Las personas y los hogares deben poder mantenerse de forma independiente durante los tres primeros días, garantizando el acceso a necesidades esenciales como agua, alimentos, medicamentos y servicios básicos antes de que llegue la ayuda exterior”, postula el documento.
Europa comienza a tomar conciencia de que debe reforzar su seguridad y mejorar su defensa, mientras el cielo protector de la OTAN pareciera debilitarse y Estados Unidos se sienta a negociar una posible paz entre Ucrania y Rusia, que lleva más de tres años invadiendo suelo ucraniano, sin la participación de ningún otro de los 27 países que integran la Unión.
Preparar a los hogares europeos para que puedan resistir tres días es una de las treinta propuestas de esta estrategia de protección ante la crisis que podría desencadenarse por efecto del cambio climático, de un ciberataque o de una guerra.
Bruselas encargó un informe sobre cómo protegerse de posibles agresiones a Salud Ninistö, ex presidente de Finlandia. Por su extrema vecindad con Rusia, Finlandia ejercita la preparación para lo que los finlandeses llaman “defensa total”, un plan que incluye la participación ciudadana en la seguridad nacional.
“La Comisión elaborará directrices que cubran el almacenamiento de suministros esenciales, la planificación de crisis y las medidas para proteger a las personas, los animales y las propiedades en caso de crisis, y trabajará con los estados miembros y la sociedad civil para garantizar su difusión. Estas directrices se integrarán en sesiones de formación, talleres e iniciativas comunitarias, garantizando una amplia difusión y compromiso a todos los niveles”, aclara el borrador.
Suecia ya ha repartidos manuales de supervivencia entre su población y Francia dio a conocer un modelo de mochila equipada con lo indispensable para subsistir 72 horas.
“La Comisión ayudará a los estados miembros a alcanzar la autosuficiencia de la población durante al menos 72 horas en toda la UE. En caso de perturbaciones extremas, es posible que las autoridades públicas no puedan cubrir las necesidades básicas de todos en el periodo inicial de una crisis”, señala el borrador de la Estrategia de Preparación de la Unión Europea.
Y aclara: “Una plataforma en línea de la UE proporcionará a los ciudadanos y viajeros información adaptada y accesible sobre los riesgos a los que se enfrentan y las medidas prácticas para mitigarlos”.
El presidente Pedro Sánchez llevará al Congreso de los Diputados este miércoles su intención de aumentar el gasto en defensa, una medida combatida por la mayoría de los grupos parlamentarios, incluidos sus socios en la coalición de gobierno, Sumar.
España aporta a la OTAN el 1,3 por ciento de su Producto Bruto Interno (PBI) y el propósito de Sánchez es llegar, antes de 2029, al 2 por ciento que los miembros de la OTAN acordaron en 2014.
La estrategia europea apunta a prescindir, cada vez más, de aquellas materias primas, como el litio, el cobre o el cobalto, que se utilizan para las baterías de los automóviles o para los celulares.
Con ese objetivo, pretende impulsar 47 proyectos, siete de los cuales están en suelo español.
“Si Europa quiere evitar la guerra debe prepararse para la guerra”, dijo hace unos días la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Layen.
“La preparación y la resiliencia de Europa frente a la violencia armada podrían ponerse a prueba en el futuro”, insiste el documento que se debatirá este miércoles en Bruselas.