Absolutamente nadie, antes del estreno de Adolescencia, imaginaba que la miniserie iba a tener el rebote que tuvo. Ni aquí, ni en el Reino Unido, donde se rodó la producción que se exhibe por Netflix, ni en Arabia Saudita, ni en la India, ni en Australia.
En todos estos países, más otros 75, es número 1 desde que estrenó, el jueves 13 de marzo.
Pero pocos días antes de que estuviera en streaming, Stephen Graham, coautor de la miniserie y quien interpreta al padre de la familia británica que se derrumba cuando la policía arresta a su hijo de 13 años, acusado de haber asesinado a una compañera del colegio, se acercó preocupado a Hannah Walters, su esposa.
Matrimonio y productores
Ella es además su socia en la productora que tienen juntos, y suele trabajar como actriz junto a él (es la Sra. Bailey en Adolescencia). Le dijo: “¡Dios mío, querida, no tengo trabajo!”. Walters lo consoló. “Creo que todo irá bien, pero no te preocupes, tomate un descanso”.

Y fue más que bien. Al margen de la intrincada coreografía actoral y técnica (cada episodio está filmado sin corte, en una sola toma, con cámara en mano y montada en un dron), lo que la llevó a ser tema de conversación absorbente en cada reunión social, familiar o de trabajo, es la potencia de su relato, las fibras que toca. Las preguntas que se hacen los padres, los de la ficción y los que la vieron (in)cómodamente desde el sillón de sus casas.
“Ha sido abrumador”, dijo Walters a Variety sobre la reacción del público, al lado de Graham y de sus dos labradoodles (cruza de labrador y poodle) blancos, Bonnie y Clyde, desde Matriarch Productions, la productora del dúo que realizó Adolescencia.
Video
Así fue la audición de Owen Cooper, el protagonista de Adolescencia, la serie de la que todos hablan
Un impacto social inusitado
“No teníamos ni idea de que tendría el impacto social que ha tenido, pero parece haber trascendido todas las estructuras raciales, religiosas y jerárquicas de la sociedad con el mensaje que transmite sobre nuestra juventud”, aporta Graham.
Y ya se ha pedido que Adolescencia se vea en las escuelas (Walters afirma que ella también está con el tema, lo mismo que Netflix). Para hablar, entre otras cosas, de los incels o “célibes involuntarios” (involuntary celibate, en inglés), hombres heterosexuales que inculpan a las mujeres por su falta de éxito en las relaciones.

Ahora bien, con las cifras que viene consiguiendo de audiencia a nivel mundial, con 24,3 millones de visualizaciones en sus primeros cuatro días en streaming, o sea, el de su primer fin de semana, saltando a los 66,3 millones tras dos semanas, lo que configuró todo un nuevo récord de Netflix para una miniserie, la pregunta es obvia, básica, se cae de madura.
Pese a ser una miniserie, un formato que implica que fue pensado para empezar y terminar con el último episodio emitido, ¿no es posible que haya una segunda temporada?
¿Habrá una secuela?
Y si los creadores, Jack Thorne y el propio Graham, junto al director, Philip Barantini, consideran que el cierre que le dieron en el cuarto episodio no merece reabrirse, ¿habrá una precuela, que cuente cómo se llegó a las instancias con que abre la miniserie?

Aunque, como decíamos, originalmente se desarrolló como una producción única, es poco probable que Netflix no haya estado ya en contacto para una secuela.
Eso es algo que tanto Graham como Walters reconocen vagamente, aunque señalan que no hay absolutamente nada oficial. “Posiblemente, veamos cómo están las cifras”, le dijo Graham con una sonrisa burlona a Variety. “Pero sí, existe la posibilidad de desarrollar otra historia”, confesó.
Walters afirma que estaría encantada de volver a trabajar con Netflix, pero reconoce que “es difícil” dar continuidad a algo que ha tenido un impacto como el que tuvo. No parece que quieran subirse al caballo del triunfo, y arruinar lo que vienen cosechando.

¿Y una precuela…?
“Una precuela de Adolescencia, eso desde luego no va a suceder”, afirma la mujer. “Pero el one-shot (el plano secuencia con el que se filmó cada episodio) tiene mucho potencial, como también hablar de nuevo en la naturaleza humana y en algo diferente. Pero sí, todo pinta bien… todos están contentos, ¿no?”.

Walters añadió en su charla con Variety que, si bien Matriarch tiene un acuerdo de desarrollo con la británica Warp Films, a la que incorporaron para Adolescence, aún no se ha hablado de establecer una colaboración más formal con Netflix. Algo que parece también obvio: la plataforma de la N roja ya cerró con Richard Gadd, creador de Bebé reno, un acuerdo de “primera opción” para lo que vaya a producir, meses después de la emisión de su serie.
Por su parte, Graham ya voló a Nueva York para hablar de la miniserie con el mismísimo Jimmy Fallon, y es más que seguro que realice una intensa campaña para los Emmy, el premio que entrega la academia de la TV estadounidense, ya no debe preocuparse por la falta de trabajo.