Dieciocho años antes de que Netflix estrenara El Eternauta, un chico se subía al tren fantasma del parque de diversiones de Luján sin saber que una vez que saliera de allí nada sería igual. Hoy, ese niño tiene 23 años y un país entero lo conoce no por ese accidente, sino por su destacado papel en la serie sobre el cómic de Oesterheld y Solano López de la que habla el mundo. Esta es una introducción a Joaquín Acebo.

¿Me podrá suceder?“, se preguntó Joaquín Acebo todo este tiempo. Es argentino, vive en Ingeniero Maschwitz y trabaja como administrativo en la oficina de su mamá, lo que no le quita tiempo para intentar encontrar trabajo como actor. La cosa está difícil; “en Argentina no hay casi producciones”, dice Joaquín a Clarín al mismo tiempo que disfruta del glamuroso presente que le otorgó su participación en la ficción del momento.

El querible Micky

En El Eternauta es Micky, miembro de la banda que Juan (Ricardo Darín) y Favalli (César Troncoso) encuentran cuando intentan cruzar el puente Saavedra. Es un héroe pasajero que los salva de los cascarudos y entabla un vínculo más o menos cercano con Clara (Mora Fisz), la hija del protagonista.

Su escena más icónica se viralizó hace poco en TikTok. En el video -Joaquín lo subió a esa red social gracias a su mamá, que le insistió porque para ella “era su momento”-, el actor bromea con la reacción de Clara al ver el rostro de Micky por primera vez. El éxito del posteo convirtió a su hermana de dieciséis en su community manager oficial.

-¿Sentís un poco eso de que tu momento es ahora?

Entiendo que El eternauta va a seguir estando. Es un hito, un ícono nacional. Pero es verdad que hoy en día, por cómo funcionan las redes, hay algo de la inmediatez y del momento en que decís: ‘Ahora esta semana es tendencia y después la semana que viene empieza a bajar y ya otra cosa es trending topic’.

Joaquín tiene 23 años y solo había actuado en una película antes de El Eternauta. Foto: gentileza Joaquín AceboJoaquín tiene 23 años y solo había actuado en una película antes de El Eternauta. Foto: gentileza Joaquín Acebo

Acebo llegó a El Eternauta con un solo trabajo audiovisual en su currículum: El viento que arrasa, una película de Paula Hernández que se presentó en el festival de Mar del Plata 2023. En la serie de Netflix hizo casting para el personaje de Pablo, pero no quedó. Fue por insistencia de Bruno Stagnaro, el director y guionista del proyecto, que terminó adentro. Su personaje es fundamental para mostrar lo que le pasa a Clara.

Desde un principio se dio cuenta de que El Eternauta no era una producción más. “Cuando estaba ahí dije ‘Esto es otro nivel’”. Le impresionaron los sofisticados sets y la intervención de las locaciones reales utilizadas en el rodaje.

Describe a Stagnaro como “una máquina”; un realizador “muy meticuloso” que está en cada detalle, “pensando y planeando” todo el tiempo. De hecho, dice que muchas escenas las escribió y agregó en el momento, como por ejemplo la que le sigue a la del video de TikTok, en donde la banda de Micky critica a Clara por haber reaccionado de la manera en que lo hizo después de percatarse de la parálisis facial del personaje.

El tren fantasma

Spoiler: el detrás de escena de uno de los momentos más duros de El Eternauta. Foto: gentileza Joaquín AceboSpoiler: el detrás de escena de uno de los momentos más duros de El Eternauta. Foto: gentileza Joaquín Acebo

Micky comparte parálisis facial con Joaquín. “¿Me podrá suceder?“.

Cuando tenía cinco años, Acebo se subió al tren fantasma del parque de diversiones de Luján y no volvió a salir del mismo modo en que entró. En ese momento, aclara el actor, el parque “estaba en unas condiciones terribles”. “(La atracción) no tenía ni cinturón, ni una barra de freno, nada. Era solo el carro. No sé siquiera si tenía puerta al costado”, afirma.

Comenzó el recorrido sentado en el carro en medio de dos sus hermanos. “No era un juego muy peligroso, pero no había medidas de seguridad. En algún momento, en una de las vueltas, yo me paré; no sé si porque estaba asustado o por cualquier razón que podía tener como un chico de 5 años, de que te podés parar porque no tenés un cinturón o una barra que te frene…”.

“Y en el envión salgo disparado. Mis piernas quedan sobre el regazo de uno de mis hermanos y toda la parte de arriba de mi torso y mi cabeza queda enganchada chocando y rebotando entre el carro y la vía”.

Acebo y sus compañeros de reparto, entre ellos Carla Peterson. Foto: gentileza Joaquín AceboAcebo y sus compañeros de reparto, entre ellos Carla Peterson. Foto: gentileza Joaquín Acebo

El accidente lo dejó un mes en coma. Sufrió una triple fractura de cráneo y, en consecuencia, perdió ciertas funciones vitales. Todo lo interno sanó, pero le quedó una parálisis en la parte exterior derecha de su rostro. El golpe le había destruido un nervio.

-¿Esto te provocó algún miedo a la hora de afrontar la carrera?

Sí, recontra. Ya la carrera del artista es difícil y hay un montón de miedos, y a eso se me agregó esto. Obviamente atravesé un montón de inseguridades y de dudas. Porque yo nunca vi a alguien con parálisis facial en la tele, en una película o en una serie. Muchas veces me sentía mal o lloraba y pensaba: ‘¿Me podrá suceder?’ Pero bueno, ahí estuvo eso de seguir, de intentarlo y tener convicción. Hay algo de actuar que es vital para mí. Creo que sobre todo en los artistas es algo muy de la vocación y de lo necesario de sublimar a través del arte. Entonces, desde esa convicción, por suerte pude ser fuerte y seguir y mandando para adelante.

-¿Estás en un proceso judicial con el parque?

Sí. Ahora que crecí me empecé a meter. En realidad ya dictaron. Hubo muchos momentos de apelación y tal, pero son unas sentencias favorables para mí. O sea que ya me dan la razón, pero bueno, todavía el proceso judicial sigue.

Lo que viene

Joaquín supo que quería ser actor a los 11 años. Desde ahí, con apoyo de su familia, empezó a anotarse en diferentes escuelas de artes dramáticas -en Teatro Consciente, la que más lo marcó, estudió cuatro años- hasta que recaló en la Universidad Nacional de las Artes (UNA), que abandonó cuando quedó en El viento que arrasa y tuvo que ir a grabar a Uruguay.

-¿Cuál es el personaje ideal que te gustaría interpretar?

Me encantaría ser algún psicópata estilo El Guasón, algo así. Para mí es algo súper interesante de los personajes malvados. Permite mucho juego. O también me gustaría ser, por ejemplo… algún soldado de Malvinas.

¿Me podrá suceder?. Con el diario del lunes, todo parecería indicar que sucedió. Pero Acebo tiene los pies bien firmes en la nieve mortal. Sabe bien que tiene un largo camino frente a sus ojos. Por eso, mientras vive merecidamente en la espuma de El Eternauta y aguarda en silencio su nuevo éxito, lo mejor que pueden hacer los espectadores es seguir viendo a Micky hacer de las suyas.



Fuente Clarin.com

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