El Día de la Independencia, el próximo miércoles 9 de Julio a la medianoche, cierra la inscripción de alianzas para el debut de la elección desdoblada de la provincia de Buenos Aires, que todavía tiene al menos tres incógnitas clave que podrían cambiar la elección.
En los últimos diez años, durante el año electoral y en la previas de las campañas que terminaron en los súper domingos, la tensión siempre estuvo puesta en el sábado que cierran las listas, que este año en la Provincia será el 19 de julio.
Pero la victoria nacional de La Libertad Avanza en 2023 -y la derrota del peronismo y de Juntos-, generó una tensión que no se vive desde hace una década: ahora están abiertas las posibilidades de nuevos acuerdos y frentes electorales. Las negociaciones que vienen desde hace tiempo tienen como plazo el próximo miércoles.
El 7 de septiembre los bonaerenses deben elegir 1567 cargos: 23 senadores y 46 diputados provinciales repartidos en las ocho secciones electorales; y 1097 de concejales y 401 consejeros escolares entre los 135 municipios.
El laberinto del peronismo

En el oficialismo pugnan por una unidad con fórceps entre los tres grandes sectores que en 2019 armaron el Frente de Todos y que se reconvirtieron en Unión por la Patria. El sector de intendentes que se encolumna detrás del gobernador Axel Kicillof, La Cámpora de Máximo Kirchner con la bendición de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner -ahora presa en su domicilio de San José 1111- y el Frente Renovador de Sergio Massa.
Hace 23 días la Corte Suprema de Justicia rechazó el recurso en queja de la ex presidenta y titular del Partido Justicialista y le imposibilitó ser candidata a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral, como había anunciado. Eso abroqueló a intendentes que habían levantado la voz especialmente contra Máximo Kirchner y alimentó la unidad del peronismo bonaerense de cara a cierre de listas.
Faltan seis días, pero todo indica que el peronismo se mantendrá unido y es una de las claves de la elección para la fuerza que hace dos años retuvo la provincia con más del 50% de los votos, pero que perdió las últimas cuatro elecciones legislativas (2009, 2013, 2017, y 2021).

Esa unidad en una alianza que podría tener la palabra “peronismo”, no significa que bajen las tensiones en el armado, donde por primera vez quedarán expuestas las cabezas seccionales, en una elección que no tendrá arrastre de candidatos nacionales, ni de un postulante a la gobernación.
Buscan candidatos para cada sección electoral que no generen rechazo interno y pueda ser militado por los intendentes, en unos comicios que se presumen muy territoriales por la baja participación y porque con el poder de los jefes comunales el tramo municipal de la boleta puede impulsar de abajo hacia arriba.
Los libertarios y el PRO

Del otro lado de la Avenida General Paz, el desdoblamiento de la elección porteña -con triunfo del vocero Manuel Adorni y el PRO en tercer lugar-, impactó de lleno en las negociaciones de libertarios y macristas para la provincia de Buenos Aires.
Pese a los fuertes cruces de la campaña porteña, detrás de cada ataque los libertarios tendieron un puente para armar una alianza bonaerense, pero el triunfo electoral en la Ciudad, pintaría de violeta ese pacto y por estas horas resta saber si es con todos los macristas adentro.
Por el PRO las conversaciones están a cargo del diputado nacional Cristian Ritondo, presidente del PRO bonaerense, pero con resistencia de intendentes macristas. Durante los últimos diez años cerraron alianzas y luego listas con radicales -tienen 27 municipios de los 135-, y no quieren a los libertarios en sus distritos. En algunos casos, como en Vicente López, remarcan que los violetas estuvieron con Sergio Massa antes.

Por el lado de los libertarios, el negociador es Sebastián Pareja, senador provincial en uso de licencia para ejercer como subsecretario de Integración Socio-Urbana en Nación. Es el presidente de LLA en la Provincia, pero el verdadero filtro en ese acuerdo es Karina Milei, secretaria general de la presidencia, rodeada de Eduardo “Lule” Menem y de Martín Menem.
A falta de seis días, la clave pasa por saber si todo el macrismo entrará en ese acuerdo. Además de seducir a Soledad Martínez, intendente de Vicente López, también tienen que hacer un esfuerzo por contener a los jefes comunales de Junín, Pergamino y 9 de Julio, entre otros.
El armado no libertario, no kirchnerista y con más de 30 intendentes
En esta elección novedosa porque serán listas de dos cuerpos, seccional y municipal, y con la provincia dividida en ocho secciones distintas, hay un armado que podría sorprender.

La mayoría de los 27 intendentes radicales de la provincia, más los radicales de los otros 108 municipios tuvieron varias reuniones donde primó la idea de no ir a una alianza con los libertarios. Acostumbrados los últimos diez años a cerrar con el macrismo en Cambiemos, Juntos por el Cambio y Juntos, ahora tendrían otros socios.
Avanzaron las negociaciones con los peronistas no kirchneristas desencantados de Javier Milei como Joaquín de la Torre. Ahí también entran ex kirchneristas como el ex intendente de Hurlingham Juanchi Zabaleta, el ex massista Julio Zamora, jefe comunal de Tigre, el vecinalista Guillermo Britos, intendente de Chivilcoy.
Insisten en que no es una ambulancia que recoge descontentos y esperan qué pasa entre el PRO y los libertarios. De concretar el espacio ya hacen números y entienden que se pueden imponer en la Cuarta Sección, el conjunto de 19 municipios del noroeste de la Provincia que elige siete senadores provinciales.

“Vamos a presentar un frente amplio ciudadano con partidos afines”, adelantaron desde un sector del radicalismo bonaerense a Clarín. Los peronistas no alineados con el kirchnerismo y con Milei destacaron que entre lunes y martes podrían tener cerrado el acuerdo con la UCR. Uno de los nombres en danza para la alianza es “Frente Amplio Ciudadano”.