En Argentina, el consumo de bebidas alcohólicas es un tema que siempre da tela para cortar, especialmente cuando hablamos de cerveza. Hay una ciudad que se destaca por su consumo: Santa Fe. No solo es famosa por su historia y su cultura, también se destaca por ser la que más cerveza consume en todo el país, superando ampliamente el promedio nacional.
Su tradición cervecera se remonta al siglo XIX, época en la que comenzó a ganar popularidad esta bebida traída de Europa.
En 1884, la cervecería San Carlos abrió sus puertas. Siendo la tercera más antigua de nuestro país, vio pasar por sus instalaciones a personajes de la talla del empresario Otto Schneider.
Además, Santa Fe innovó en la distribución con su famoso “cervezoducto”, inaugurado en 2010, que permite que el patio cervecero de la ciudad se abastezca directamente desde las fábricas. Esto garantiza que el líquido que llega al vaso está tan fresco como si se estuviera en la misma cervecería.
La tradición cervecera de Santa Fe es el pilar de su identidad. Desde la fundación de la cervecería San Carlos hasta el moderno “cervezoducto”, todo en Santa Fe gira en torno a la cerveza. Los bares de la ciudad ofrecen una experiencia única con cerveza directamente de los barriles a los vasos.
El amor por la cerveza en Santa Fe se refleja en los números. Mientras que el promedio nacional se sitúa en unos 43 litros por persona al año, en Santa Fe esa cifra asciende a 80 litros.
¿A qué se debe este fenómeno? Mucho tiene que ver el clima: en una región con veranos muy calurosos, la cerveza se convierte en el refresco perfecto para combatir el calor. Además, en Santa Fe, la cerveza es más que una bebida; es un componente esencial del hogar. Se estima que hay una chopera cada 340 habitantes, lo que habla de la profundidad con que esta bebida caló en el corazón de los locales.