¿Alguna vez te cruzaste con alguien que mezcla mayúsculas y minúsculas en una misma palabra y te preguntaste por qué? Lejos de ser un simple error de tipeo o una falta de atención, este estilo de escritura es un enigma y puede esconder aspectos muy interesantes de la personalidad de quien lo practica.
La grafología, que estudia cómo la forma de escribir refleja nuestra manera de ser, sostiene que cada detalle —desde la inclinación de las letras hasta cómo combinamos mayúsculas y minúsculas— puede dar pistas sobre nuestras emociones, conflictos internos y hasta nuestra forma de enfrentar el mundo.
Según especialistas en grafología, como Federico Carelli, cuando una persona alterna mayúsculas y minúsculas al escribir, suele estar mostrando una necesidad de diferenciarse o de rebelarse contra las normas establecidas. No es un tema de errores, sino de identidad: quienes escriben así tienden a ser creativos, impredecibles y a buscar caminos propios en vez de seguir los trazados por otros.
Además, esta forma de escribir puede estar relacionada con ciertas dificultades para controlar las emociones, o con un deseo (a veces inconsciente) de llamar la atención. No necesariamente se trata de algo negativo, pero sí de una señal de que hay mucho movimiento interno, tensiones o necesidades no resueltas.
Otro dato interesante: los grafólogos aseguran que mezclar mayúsculas y minúsculas puede ser típico de personas que combinan impulsividad con momentos de profunda reflexión. Es decir, son individuos que viven a pleno sus emociones, pero que también se detienen a pensar en lo que sienten.
De todos modos, los expertos aclaran que no alcanza con ver solo este detalle para hacer un diagnóstico: siempre hay que mirar el conjunto de la escritura, como la presión sobre el papel, la inclinación de las letras y hasta el tamaño de los márgenes.
Para analizar la escritura completa, los grafólogos también prestan atención a:
Aunque muchos todavía discuten si la grafología es una ciencia o una pseudociencia, lo cierto es que su uso sigue vigente en ámbitos como la selección de personal, investigaciones forenses o incluso para conocer mejor la personalidad de personajes históricos.