A los 93 años, murió monseñor Antonio Baseotto, el obispo de las Fuerzas Armadas que cobró notoriedad cuando fue desplazado de sus funciones por Néstor Kirchner en 2005, luego de que le dedicara una polémica cita al entonces ministro de Salud, Ginés González García, que culminaba en que “lo tiren al mar”.

Baseotto, como obispo castrense, polemizó por carta con el sanitarista también fallecido, por un plan de distribución de preservativos y la postura del exministro en favor del aborto. “Cuando usted repartió públicamente profilácticos a los jóvenes, recordaba el texto del evangelio donde nuestro Señor afirma que los que escandalicen a los pequeños merecen que le cuelguen una piedra de molino al cuello y lo tiren al mar”. escribió el entonces obispo militar sobre González García.

La referencia elegida por el obispo militar remitía a los vuelos de la muerte denunciados durante la dictadura. De hecho, en esos tiempos, el marino Adolfo Scilingo era juzgado en España por ello.

Kirchner desplazó de inmediato al obispo por decreto. Tras una larga disputa -la Iglesia Católica no reconocía la validez del instrumento para desplazarlo-, el 15 de mayo de 2007, el entonces papa Benedicto XVI le aceptó la renuncia a Baseotto.

La noticia de la muerte del obispo emérito fue confirmada por un comunicado del Obispado Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad de la República Argentina, en un texto firmado por su sucesor, monseñor Santiago Olivera, que llegó al puesto en 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri y tras 11 años de estar vacante. Consignaron allí que Baseotto “fue hallado sin vida en la habitación de su departamento, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

En el texto del obispado militar reivindicaron al fallecido, al sostener que Baseotto “por decisión arbitraria del gobierno de ese tiempo, no pudo ejercer su ministerio con absoluta libertad”.



Fuente Clarin.com

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