En días de frío extremo como los actuales, el interior de un auto estacionado llega a estar tan frío como una heladera o un freezer. La calefacción, de a poco, permite templarlo. ¿Pero cómo usarla para que rinda más, funcione mejor y ahorrarse padecimientos innecesarios?

Según expertos, hay trucos y hábitos sencillos -desconocidos por muchos conductores- que permiten llegar más rápido a la temperatura deseada, maximizar el confort y evitar problemas comunes como el empañamiento de los vidrios, el aire viciado y los malos olores.

A continuación, 8 consejos prácticos para que la calefacción de tu vehículo dé lo mejor de sí durante el invierno, basados en las recomendaciones de distintas automotrices -Volkswagen, Toyota y Ford- y de expertos en Energía de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).

1. Al inicio, activar el recirculador

Estacionar al sol sería lo ideal para no hallar tan frío el coche, pero no siempre se puede. Así, una vez que se enciende la calefacción, lo normal es que demore unos minutos hasta empezar a entregar aire caliente, y luego alcanzar la temperatura deseada. ¿Cómo acortar ese tiempo? Con el truco de la recirculación.

Los climatizadores de los autos tienen siempre un botón con una flechita doblada, que sirve para ordenarle al auto que atempere el aire ya presente dentro del habitáculo, en lugar de introducir aire del exterior.

La recirculación se puede activar con el botón que tiene una flecha doblada dentro de un auto.La recirculación se puede activar con el botón que tiene una flecha doblada dentro de un auto.

Eso permite alcanzar en menos tiempo la temperatura de confort. Ahora bien, pasados algunos minutos hay que permitir que el aire se renueve (apagando el recirculador).

De lo contrario, los vidrios podrían empañarse; y el conductor, al respirar aire viciado, podría comenzar a sentirse cansado y con falta de concentración.

2. Apuntar las corrientes hacia los pies

Cada auto dispone de botones o selectores para elegir a qué rejillas dirigir el aire. En el modo de calefacción, la recomendación es configurar el equipo para que “sople” por las ventilaciones inferiores (las del piso).

Asimismo, si se envía parte del flujo a las salidas del tablero, se aconseja orientar hacia abajo las rejillas. La idea, siempre, es aprovechar que el aire caliente tiende a subir para crear un efecto cortina y que se distribuya mejor por el interior del vehículo.

Dirigir las corrientes hacia abajo, clave en invierno.Dirigir las corrientes hacia abajo, clave en invierno.

3. Por el bien de los de atrás, despejar el piso

A veces el conductor y su acompañante ya se sienten bien, pero los que viajan en los asientos traseros se quejan de que todavía tienen frío y piden poner más fuerte el calefactor.

A menudo, sin embargo, la solución más sencilla es no dejar objetos debajo de los asientos de adelante, porque dificultan el paso del aire caliente hacia la parte trasera del habitáculo.

4. No sobrecalefaccionar

En los autos con un termostato digital, recomiendan fijar la temperatura entre 21 y 23 grados centígrados. Como mucho en 24°, aunque el vehículo ofrezca marcas mayores.

El peligroso problema de estar a una temperatura demasiado alta es que puede provocar somnolencia y comprometer la capacidad de reacción del conductor ante imprevistos.

5. Aprender a controlar el empañamiento

Los cristales, en invierno, tienden a empañarse si afuera está húmedo y lluvioso; si usamos la calefacción a temperatura muy alta; y si dejamos el recirculador activado por mucho tiempo.

Una vez iniciado, el empañamiento quita cada vez más visibilidad. Foto: Shutterstock.Una vez iniciado, el empañamiento quita cada vez más visibilidad. Foto: Shutterstock.

Para revertir rápido este peligroso efecto la fórmula más efectiva es -con el recirculador desactivado- seguir estos pasos:

  • Activar el aire acondicionado (botón “A/C”). Al hacerlo con la calefacción en máximo, no enfriará el aire interior sino que ayudará a secarlo, eliminando la humedad que se condensaba sobre los cristales.
  • Dirigir el aire al parabrisas. Configurando el equipo para que “sople” por las salidas de desempañamiento.
  • Acelerar el ventilador. Ponerlo a máxima velocidad.
  • Calentar la luneta. Con el botón especial para eso.

Esto es lo que se aplica al común de los autos. En los equipos más avanzados y modernos, sin embargo, varios de estos ajustes se hacen automáticamente.

6. Antes de bajarse, desactivar el recirculador

En invierno, la gente a veces llega a su auto por la mañana y lo halla empañado por dentro, incluso con los asientos chorreados. Eso ocurre porque, al final del último uso, el vehículo quedó con aire muy caliente en su interior y con el recirculador encendido.

El problema, entonces, puede evitarse simplemente desactivando la recirculación antes de apagar el motor. Se permite así que el auto, en vez de quedar cerrado casi herméticamente, intercambie temperaturas con el exterior. Y que la humedad interior no se condense contra los cristales.

7. Mantener limpios los filtros de aire

Un síntoma típico de que el llamado “filtro de polen” ya no da más es que el aire empieza a salir con malos olores. Otra señal es que el caudal se reduce, lo que hace que el equipo deba trabajar más tiempo hasta lograr atemperar el habitáculo.

Para evitarlo, las automotrices aconsejan hacer revisar el sistema de climatización cada año y cambiar sus filtros cada 15.000 o 30.000 kilómetros.

8. Chequear seguido las tomas de aire

Otro problema frecuente que lleva al calefactor a funcionar mal es que queden tapadas las tomas de aire ubicadas frente al parabrisas, del lado exterior. Hojas, ramitas o frutos y otros materiales caídos sobre el vehículo pueden ser los causantes de que el aire no entre de manera adecuada.

Para que el sistema no pierda eficacia por estas causas basta con habituarnos a revisar y despejar las tomas cada vez que nos acercamos al auto, y antes de encender el motor. Lleva pocos segundos y el beneficio es inmediato.

Los comandos de climatización, cruciales para el confort. Foto: Luciano Thieberger.Los comandos de climatización, cruciales para el confort. Foto: Luciano Thieberger.

Mito vs realidad: ¿el uso de la calefacción impacta en el consumo de combustible?

Aunque muchos crean lo contrario, calentar el interior del auto no incrementa de manera relevante el gasto de nafta, gasoil o GNC, como sí sucede al enfriarlo. Tampoco afecta el desempeño del motor.

Según los especialistas, esto se debe a que en invierno el sistema sólo dirige hacia la cabina el calor que normalmente genera el motor al quemar el combustible.

“Sólo 20% a 25% de la energía del combustible va a las ruedas. El resto se disipa en forma de calor. Así que, en definitiva, un auto con motor convencional es lo que podríamos llamar una estufa con ruedas“, comparó Salvador Gil, doctor en Física y director de la carrera de Ingeniería en Energía de la UNSAM.

“El calefactor que usa el automóvil es entonces el propio calor del motor, que sería expulsado del radiador si el calefactor no se usase”, explicó el investigador. Por lo cual, al emplearlo no incrementa en general el consumo de combustible, salvo que se trate de un auto eléctrico.

El gasto de nafta o gasoil, en cambio, sí aumenta cuando intentamos desempañar prendiendo el aire acondicionado o la función que calienta los cablecitos de la luneta. Con lo cual, apenas logren su objetivo, lo ideal es desactivarlos.



Fuente Clarin.com

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