Tener el seguro vigente y con la cuota al día es imprescindible para estar protegido en caso de chocar, volcar, sufrir un robo, un incendio, atropellar a una persona o algún otro siniestro con el vehículo. A veces, sin embargo, eso no alcanza para que la compañía efectivamente responda.
A menudo, el conductor ignora que la “letra chica” de su póliza contiene importantes límites y exclusiones. Y comete errores que, sin darse cuenta, lo dejan sin cobertura, teniendo que responder frente a daños millonarios con su propio patrimonio.
“Muchos problemas y frustraciones surgen por no tener claro qué está fuera del alcance del seguro”, comentan a Clarín en La Perseverancia Seguros (LPS), una firma de larga trayectoria en rubro.
Las exclusiones son todas aquellas cláusulas de la póliza que especifican las situaciones donde la aseguradora no brindará cobertura: escenarios en los que, si bien ocurre un siniestro, algo hace que quede fuera de los límites del contrato.
“Para evitar malentendidos y sorpresas al momento de un siniestro, es esencial entender mejor cómo funcionan las exclusiones a través de ejemplos prácticos“, explica la compañía, fundada en 1905 en la localidad bonaerense de Tres Arroyos.
Y señala cinco situaciones típicas de equivocaciones que llevan a las empresas a rechazar total o parcialmente un reclamo de cobertura. A continuación, una por una, en qué consisten.

Error N°1: no tener el vehículo a tu nombre
A veces una persona asegura a su nombre un vehículo cuyo titular registral es un familiar (por ejemplo, un hijo). Y luego de un siniestro donde el auto resulta destruido, la aseguradora rechaza el pago por esa irregularidad.
“Si el vehículo asegurado no está registrado a nombre del asegurado al momento de la pérdida total, la compañía puede negarse a pagar la indemnización, a menos que se acredite la transferencia o exista la conformidad del titular original”, afirman en LPS.
Error N°2: no reportar una mudanza
Al contratar un seguro, el cliente siempre declara un domicilio y la compañía calcula el costo del servicio tomando en cuenta, entre otras variables, las estadísticas sobre cuán frecuentes son los siniestros a cubrir en esa zona puntual del país.
¿Qué pasa, entonces, si un vehículo asegurado en una zona de bajo riesgo, como una localidad pequeña, se utilizara diariamente en una ciudad de alto riesgo?
“Al ocurrir un siniestro, la aseguradora investiga y determina que el uso principal del vehículo es en la ciudad. Entonces, como este cambio de riesgo no fue informado, la cobertura es denegada”, ejemplifican.
Error N°3: usar el vehículo con un fin no declarado
La cobertura también puede quedar invalidada, según los especialistas, si un coche fue asegurado para uso particular, pero al momento del siniestro se le estaba dando una finalidad comercial que requería otro tipo de póliza.
Por ejemplo, si el vehículo fue transformado por ejemplo en un taxi, remís, transporte de carga o transporte de pasajeros, eso necesariamente debió haber sido informado antes a la compañía.
Error N°4: no declarar la conversión a GNC
También la utilización de Gas Natural Comprimido sin oblea vigente y sin declarar adecuadamente su instalación puede excluir el vehículo de la cobertura en caso de siniestros relacionados, según advierten los especialistas.

Error N°5: cometer infracciones de tránsito
Incurrir en violaciones graves de las normas de tránsito no sólo expone al automovilista a recibir multas, sino también a perder la cobertura del seguro frente a un siniestro vial.
Esto ocurre, según el informe, al cometer infracciones graves como:
“Un conductor circula a 160 km/h en una carretera con límite de 110 km/h. Sufre un accidente y, aunque el seguro cubre ciertos daños, la cobertura de la compañía se limita debido al exceso de velocidad”, ejemplifican en La Perseverancia.
Cómo evitar problemas y sorpresas con las exclusiones del seguro del auto: 4 claves
-Leer siempre, en detalle, todas las cláusulas del contrato de seguro.
-Informar de inmediato a la aseguradora en caso de mudanza, en especial si cambiará la zona geográfica de uso habitual.
-Informar de inmediato a la aseguradora en caso de hacerle cambios al vehículo o modificar el uso que se le da.
-Asesorarse con un productor para entender bien las exclusiones y contratar los adicionales necesarios para que la cobertura esté realmente en línea con lo esperado.